Gualeyos por el Mundo
Querubín Rodríguez nos saluda desde Neuquén 2ª Parte
Néstor “Querubín” Rodríguez Caprile continúa comentándonos sus recuerdos y su presente en Neuquén donde se radicó hace ya muchos años. Sigue haciendo su vida deportiva que lo lleva a conocer a muchas personas y lugares.
“Hace poquito salió una nota mía publicada en la revista Running, de España, cuyo director, Martín Fiz vino a correr un K42 a Villa La Angostura. Tuve el honor de compartir muchos trayectos de la carrera con él; le llamó la atención que yo corría con un salamín, que era lo único que comía durante el trayecto. Yo no paraba en los puestos de hidratación, ni en los de abastecimiento. Me hizo una nota que salió publicada hace poco, hablando con un nutricionista sobre las cualidades del salamín. Acá toman muchos “power”, muchos energizantes concentrados; pero yo no soy muy amante de tomar esas cosas porque provocan descontroles digestivos.
Fui a correr mucho afuera; fui a Chile. Ahora me estoy preparando porque mi jefe me quiere llevar a correr a la selva colombiana; una carrera muy interesante de 70 kilómetros. Corrí dos veces 100 kilómetros, la Patagonia Run, en 2010 y en 2014, haciendo podio en mi categoría. Para noviembre de este año, me estoy preparando para ir a escalar el volcán Lanín, de 3.700 metros. Voy a ver si puedo poner la bandera de Gualeguay, abrirla, allá arriba. Ya lo escalé dos veces, pero quiero hacerlo con la bandera y dejarla allá. También escalé el volcán Domuyo, en Chos Malal. Corrí varias veces en Caviahue; anduve por el volcán Copahue, que se pasa por ahí en la carrera, la Caviahue Trail; van a ver unas fotos de cuando corrí disfrazado de payaso porque me dicen El Paya Corredor. Es para darle una nota de color, porque yo voy a las carreras no a competir, sino a compartir. Lo tomo como un entrenamiento, como un hobby, como una distracción, como un cable a tierra, como un psicólogo. El psicólogo más barato que tenemos: son los pantalones cortos, las zapatillas y la vida natural, al aire libre.
Salieron publicadas varias noticias; en Brasil, por ejemplo. Le llama la atención a la gente. Vienen muchos brasileros, uruguayos, venezolanos, colombianos, mexicanos. Vienen muchos a correr a esta zona. Es muy linda, les gusta también a los alemanes, a los ingleses… Ahí, a Villa La Angustura vienen por el K42, una carrera internacional. Antes, en el 2008, 2010, largaban 100 o 200 personas, más no. Ahora participan 5.000, 6.000 corredores.
También hice una travesía, creo que la primera vez que la hacía un entrerriano y un neuquino. Cruzamos Neuquén, en el 2015, desde el norte. Arrancamos en el sur de Mendoza, Malargüe, a 4.000 metros de altura, en el hito 47, un paso fronterizo entre Argentina y Chile. Llegamos al sur de Neuquén, a la entrada a Bariloche, en la naciente del Río Limay; hicimos 1.000 kilómetros en 19 días, uniendo ciudades. Tengo registros, fotos. Con el profesor Daniel Rastelli, hicimos una cruzada solidaria; la Cruz Roja reunió útiles escolares, ropa y elementos deportivos para las escuelas albergue de montaña que están perdidas allá arriba.
Hay referentes en Gualeguay, con los que tengo mucha identificación. Allí lo veía correr a Julio Poggi, quien fue el que me llevó a todo esto porque lo veía dar 30, 40 vueltas en el Centro de Educación Física y empecé a correr yo… Después tuve la suerte, en Gualeguay, de haber corrido maratones con el famoso “Batata” Ferreyra, que era un simple y humilde corredor; trabajaba como basurero y así entrenaba.
Donde voy llevo “mi” bandera, la de Gualeguay y la abro en cualquier país, en cualquier terreno; la he abierto en México, en Perú, la abriré en Colombia… Verán las fotos posteadas.