Educación
Ramiro Pérez: Inicio del ciclo lectivo en Escuela de Comercio
En diálogo con El Debate Pregón, el Rector de la Escuela Secundaria y Superior Nº 8 "Celestino I Marcó", Ramiro Pérez, abordó el comienzo del ciclo lectivo y cuestiones edilicias.
En ese sentido, comenzó señalando: “Hemos iniciado el ciclo lectivo tanto en secundario como en nivel superior, en nivel secundario estamos terminando de organizarnos porque todavía estamos recibiendo algunos alumnos que quieren venir de pase. En este momento, en cuanto a la matricula, en diurno tenemos 890 alumnos, en el ESA alrededor de 200 y en superior 250”.
“Este año tenemos las tecnicaturas en Administración de Empresas, en Turismo y en Software. En el primer año de administración de empresas tenemos 50 inscriptos en lista de espera, en software tenemos dos primeros años de 40 y en turismo alrededor de 26 alumnos. En total, unas 1.300 personas entre alumnos, ordenanzas, administrativos y profesores transitan por día”, agregó.
Y mencionó respecto a los objetivos para cada nivel: “En el nivel secundario el objetivo es tratar de que la formación sea lo más adecuada para que nuestros estudiantes salgan con capacidades vinculadas a la administración, economía y organización pero sobre todo también brindarle herramientas a los chicos para que puedan adaptarse a la sociedad una vez que egresan de acá, no sólo tener conocimiento científico sino también vinculado a la convivencia, a la resolución de problemas”.
“En nivel superior tratar de generar profesionales con no solamente una buena salida laboral sino también capacitados para enfrentar el mundo laboral y ser responsable en un trabajo”, indicó.
En otro orden, se refirió al aspecto edilicio. En ese sentido, comentó: “Nosotros recibimos una plata de nivel nacional ya que teníamos unas aulas en planta media y alta que se llovían y con la buena voluntad de los ordenanzas ellos arreglaron el techo. Fue un trabajo complejo porque con las temperaturas que había comenzaban a las 7 hs. hasta las 10 u 11 hs.”.
“Alrededor de 500 mil pesos se gastaron en ese arreglo, gracias a Dios no tuvimos que gastar en mano de obra porque si no hubiera sido imposible, pero hasta acá, con lo que ha llovido, por el momento podemos decir que el problema que teníamos lo solucionamos”, continuó.
Y finalizó: “Después, la parte edilicia es lo más complicado que tenemos. Yo hace varios años que estoy mandando notas, el hundimiento de los pisos que va de la entrada, pasa por la biblioteca y sigue hasta la última aula que da a calle Gadea y Parachú”.