Por Diego Larrosa De Zan Divulgador Científico.
Rastreo de 155 nuevos genes humanos
El espacio es muy enorme (no infinito) pero exageradamente grande, tanto que no podemos imaginarlo.
Pero también hay otro “universo” que se explora constantemente y lleva como nombre cuerpo humano; tejidos, órganos, células, ADN, átomos y más. Hoy vamos a inspeccionar en un nuevo descubrimiento sobre nuestros genes.
El genoma humano tiene alrededor de 25/30 mil genes. Cada uno de ellos contiene información de nosotros, color de ojos, de pelo, enfermedades, etc. Se han identificado 155 nuevos genes dentro del linaje humano que surgieron espontáneamente de pequeñas secciones de nuestro ADN.
Algunos de estos nuevos genes se remontan al antiguo origen de los mamíferos, y se prevé que algunos de estos “microgenes” estén asociados con enfermedades específicas de los humanos. Este trabajo fue publicado el 20 de diciembre en la revista Cell Reports
Tomando el conjunto de datos previamente publicado de nuevos genes funcionalmente relevantes, los investigadores crearon un árbol ancestral que compara a los humanos con otras especies de vertebrados. Rastrearon la relación de estos genes a lo largo de la evolución y encontraron 155 que surgieron de regiones de ADN único. Pueden surgir nuevos genes a partir de eventos de duplicación que ya existen en el genoma; sin embargo, estos genes surgieron de la nada. “Fue muy emocionante trabajar en algo tan nuevo”, dice la autora principal Aoife McLysaght, científica del Trinity College Dublin. “Cuando comienzas a entrar en estos pequeños tamaños de ADN, están realmente al borde de lo que es interpretable a partir de una secuencia del genoma, y están en esa zona donde es difícil saber si es biológicamente significativo”.
De estos 155 genes nuevos, 44 de ellos están asociados con defectos de crecimiento en cultivos celulares, lo que demuestra la importancia de estos genes para mantener un sistema vivo saludable. Dado que estos genes son específicos de humanos, dificulta las pruebas directas. Los investigadores deben buscar otra forma de explorar qué efectos pueden tener estos nuevos genes en el cuerpo. Vakirlis y su equipo examinaron los patrones encontrados en el ADN que pueden indicar si estos genes juegan un papel en enfermedades específicas. Tres de estos 155 nuevos genes tienen marcadores de ADN asociados a enfermedades que apuntan a conexiones con dolencias como la distrofia muscular, la retinosis pigmentaria y el síndrome de Alazami (defecto del desarrollo de origen genético caracterizado por talla baja de leve a grave). Además de la enfermedad, los investigadores también encontraron un nuevo gen asociado con el tejido cardíaco humano. Este gen surgió en humanos y chimpancés justo después de la separación de los gorilas y muestra cuán rápido puede evolucionar un gen para volverse esencial para el cuerpo.
“Es conveniente ignorar estos genes porque son muy difíciles de estudiar, pero creo que se reconocerá cada vez más que deben observarse y considerarse”, dice McLysaght. “Si tenemos razón en lo que creemos que tenemos aquí, hay muchas más cosas funcionalmente relevantes escondidas en el genoma humano”.
Es muy posible, según últimas investigaciones del asteroide Ryugu, que la teoría de la panspermia sea un hecho. En muestras recolectadas de este asteroide, por una misión japonesa, se obtuvo evidencia de que a la roca espacial se le encontraron 20 tipos distintos de aminoácidos, los ladrillos que conforman el ADN de los seres vivos. El espacio y nuestros genes tienen una relación muy estrecha.