Pulpería
Reabrió con un toque joven, la Pulpería de Salta y Jujuy
Una pulpería era, hasta inicios del siglo XX, el establecimiento comercial típico de las distintas regiones rurales, el cual proveía todo lo que entonces era indispensable para la vida cotidiana: comida, bebidas, velas, carbón, remedios y telas, entre otros.
Todas las pulperías solían ser el centro social de las clases sociales humildes y medias de la población; epicentro de las reuniones de los personajes típicos de cada región, para conversar y enterarse de las novedades.
Los establecimientos eran una viva expresión de la cultura local, como en el caso rioplatense, en donde solían contar con una o dos guitarras para que los gauchos "guitarreasen" y cantasen; o se organizaran payadas y bailes entre los parroquianos.
Gualeguay no fue la excepción y siempre supo tener en zonas rurales o de barrio estos viejos almacenes, que con el paso de los años se fueron extinguiendo. Pero hoy, una joven ciudadana decidió retomar esa cultura, recuperando una vieja y épica esquina.
Hablamos de Clara Baltera, quien el sábado 3 de septiembre abrió las puertas, luego de unos años cerradas, de lo que fue la “esquina de Pocho Abrahan”, la tradicional esquina de Salta y Jujuy. Recuperando así la tradición de la Pulpería, manteniendo la misma decoración, pero dándole un toque personal. Es así que “La Pulpería La Vieja Casona”, espera a todos sus clientes de antaño y a los nuevos.
Dialogamos con Clara, para que nos cuente porqué decidió abrir una pulpería, sus sensaciones y expectativas. “Soy vecina de ésta esquina y hace ya un buen tiempo se me ocurrió la idea de la pulpería. Ya que yo suelo sacar fotos en zonas y caminos rurales y en esos recorridos, voy conociendo almacenes, despensas, pulperías. Y ante eso, siempre me gustó la idea de reabrir este lugar”
“Esta esquina siempre fue mi intriga, con esos carteles de Crush y Quilmes Cristal que hay fuera, asique fui rastreando a los dueños, viendo con quien tenía que hablar, ver que había adentro, tenía mucha curiosidad. Pude dar con los dueños, que al principio no me lo querían alquilar, hasta que les conté mi idea un poco que quería esta esquina, este lugar, les copo, me dieron el ok”, comentaba.
Y continuaba “comencé a trabajar, me llevo bastante tiempo, había mucho para hacer, asique con mucha ayuda de amigos, familia, pareja, le metimos para adelante. Trabajamos al principio sin luz, toda una semana que veníamos al mediodía a trabajar y nos llevó mucho tiempo, había mucho por hacer. Pero de a poco fui recuperando todas las cosas, la mayoría de las cosas decorativas que vemos acá, ya estaban, otras las conseguí, las fui recuperando, lavando, pintando y de a poco acá”
Clara Baltera nos contaba que “el sábado 3 fue una inauguración más bien familiar, estuvo re lindo la verdad. Y ya desde el lunes 5 estaban las puertas abiertas, ya cayó el público, los clientes habitué de todos los días, mañanas y tardes, que ya venían antes cuando Pocho estaba trabajando acá, unos personajes divinos”
Prosiguiendo “ellos vienen siempre y quiero conservarlos, porque a mí me gustan, me encanta que vengan, me entretengo, me divierto, escucho sus historias, se dan momentos re lindos que esta bueno, cada uno ya tiene su lugar. Y obvio que el que quiera, bienvenido sea, pero que sepan que es un lugar de paso”
“Mi idea es que sea un lugar de paso donde vos venis te tomas algo, picas algo, escuchas buena música, te relacionas con gente. También tengo la parte del almacén que de a poco le vamos sumando cosas, la idea es crecer, pero por lo pronto quiero disfrutar de todo esto que se logró”, finalizaba.