“Rememoramos, pero, por sobre todo, disfrutamos de cada lugar con esta amistad de siempre”
Reedición del Viaje de Egresadas 30 años después
Un grupo de amigas decidió volver Bariloche 30 años después de recibirse y fue una aventura ¡soñado! Así lo comenta Verónica Córsico, quien junto a once compañeras de la Promoción `92 concretaron un viaje para recorrer algunos lugares de los que disfrutaron con sus compañeros a finales de la escuela secundaria. Y así comenta los preparativos y la concreción en días inolvidables
-El viaje de egresados de la Promoción 1992 surgió como todo viaje del grupo, en el escritorio de la panadería Fénix. Recordamos que cumplimos 30 años y nos planteamos ir a Bariloche como una forma de reeditar lo que fue cuando estábamos en 5º año. Así comienza Vero Córsico el relato, para continuar: -Lo planteamos en el grupo las doce que estamos en nuestro país y dos que están en España. Nos pusimos de acuerdo en la fecha y armamos el programa. La organizadora principal de esta aventura, es decir pasajes, alquiler de una casa, armar excursiones, todo fue Cachy, María Inés Campostrini, por el eso le pusimos de nombre al viaje “El Cachytours”. Compramos los pasajes desde Gualeguay y algunas desde Buenos Aires donde viven. La casa que alquilamos era para 12 personas y una camioneta que la manejó Silvia Reynoso; de esta forma nos sentimos libres en cuanto a lugares y horarios. Igualmente todas no encargábamos de algo: una pagó los vuelos, otra se encargó de pagar la casa, otra se encargó de buscar la camioneta. Es decir que nos complementamos, como siempre; somos un gran equipo.
Más adelante, Vero nos comenta quiénes formaron el contingente: -Las integrantes del grupo éramos Mariana Larrivey, Nancy Morán, Marinó Campostrini, Silvia Elena Reynoso, Laura Neffa, Ana Elisa Moret, Ale Dellagiustina, Romina Funes, Delfina Barriola, María Marta Kablan, María Inés “Cachy” Campostrini y yo.
Acerca del viaje en sí y los lugares que visitaron, detalla: -Fueron pocos días, pero intensos. Nos fuimos en avión un jueves a la noche y el martes a la tarde ya estábamos de regreso.
-Disfrutamos de la amistad en todo momento y lugar, disfrutamos de la vida, de ese vínculo tan fuerte que nos une. Anduvimos en aerosillas, fuimos al Cerro Otto donde jugamos en la nieve como unas chiquilinas. Otro punto que visitamos fue la maravillosa Villa La Angostura que la disfrutamos en todos sus aspectos, incluida la exquisita comida. En el camino de los Siete Lagos parábamos a cada rato para disfrutar de esas bellezas que nos da el Sur, en medio de fotos, mate, risas, abrazos.
¿Confiterías bailables? -No fuimos a confiterías, pero a cada rato hacíamos tiktok, bailábamos, cantábamos, éramos el centro de las miradas de los otros turistas; ya nos reconocían y cuando nos encontraban nos decían “¡ustedes son las entrerrianas!” o “¡ustedes son un ramillete de mujeres!”
Hacia el final de este relato, Verónica expresa con alegría: -Este viaje de los “30 Años” lo hicimos después de haber dejado de lado uno que habíamos organizado antes de la pandemia a Maceió. Viajar después de la pandemia fue la excusa perfecta para unirnos más aún y reeditar momentos inolvidables de nuestras vidas. Y así lo fue, vivimos momentos hermosos una vez más.