Pbro. Jorge Horacio Leiva
Rosario y stress
Hace 250 años que en el sur entrerriano se venera la advocación de la Virgen del Rosario, principalmente en Gualeguaychú, por la influencia de los dominicos: el 7 de octubre celebramos su fiesta. En la actualidad, un reconocido y famoso médico afirma, con fundamento científico, que dejar pasar las cuentas del rosario en la mano ayuda a conectar mejor los hemisferios cerebrales y que, de esta manera -sea por razones religiosas o no-, se reduce el stress porque toda forma de meditación es una herramienta para salir al encuentro de ese mal. Y, por lo visto, esa práctica incluye todo nuestro cuerpo incluso los dedos que dejan pasar las cuentas.
En nuestra lengua, al rosario se le llama también “camándula”. En efecto, estas son esas bolillas unidas por un hilo o cadena, que se emplea en diversas religiones para hacer ordenadamente un rezo extenso o repetitivo. Otras religiones también usan el rosario como ayuda a la meditación: los musulmanes le llaman “misbaḥa” y los budistas “Japamālā”. Pero ¿qué es el stress? ¿Por qué hay que reducirlo como sugiere ese médico? Dice la red que es “un sentimiento de tensión física o emocional que proviene de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso. El estrés es la reacción del cuerpo a un desafío o demanda”. Y, ¿cuáles son las razones que existen para que las personas nos pongamos “frustrados, furiosos o nerviosos”, como dice ese texto? San Bernardo, monje de la Edad Media, resumió en tres los pensamientos viciosos que nos frustran: la soberbia, la avaricia y la “curiositas” (superficialidad). Y provocan esa frustración porque desmienten nuestro delirio de grandeza: - En la soberbia subyace, de modo implícito y compensado, la idea frustrante de “Yo no puedo” (por ello, intento buscar el poder despótico). - En la avaricia, la idea de “Yo no valgo” (por ello, intento valer acumulando cosas). - En la curiositas, la idea de “Yo no sé” (por ello, busco ávidamente llenarme de información). Dejar pasar por las manos las cuentas del rosario católico- teniendo en cuenta los misterios que nos relata la Palabra - nos ayuda a bajar el stress y a conectar hemisferios cerebrales con la certeza de que no hay nada que temer porque somos valiosos por ser hijos en el Hijo. Dejando pasar las cuentas de nuestra “camándula” sabemos lo que hay que saber para la madurez, la felicidad; sobre todo, teniendo en cuenta el gran miedo que subyace en cada uno, que es el de la muerte y la disolución de nuestro ser. Es que la muerte desmiente toda ilusión de querer valer más de lo que se vale, de intentar poder más de lo que se puede y procurar saber más de lo que se sabe. Por lo tanto, el rosario me libera de las luchas inútiles, de aquellas que por el solo hecho de ponernos a combatir ya somos “perdedores”: me ubica en el verdadero combate espiritual. Liberarnos de los sentimientos de tensión física y emocional nos hace “instrumento de paz”, tan necesario en el mundo que nos toca vivir. Sigamos pasando cuentas en nuestras manos para liberarnos y dejarnos liberar y para ser instrumento de auténtica libertad para los demás.