“Rotary, un siglo en la Argentina, 30 años en Gualeguay”

En Rotary, como en cualquier cuerpo vivo, crear es vivir, detenerse es morir. El crecimiento es progreso, es demostración de la voluntad de superación del individuo, es la evidencia de nuestra generosidad para que otra gente pueda compartir el mundo, debemos vencer nuestra indiferencia, nuestra apatía y hacer un formidable esfuerzo para que crezca el número de sus componentes y se extienda a todas partes su efecto benéfico.

A poco de comenzar el tercer milenio se nos muestra un cuadro patético de la realidad: el 80% de la población mundial vive en medio de grandes conflictos, muchos seres sin recursos o teniendo niveles de ingresos insuficientes, bajos o nulos, lo que significa que proporcionalmente habría menos gente para servir y más seres humanos con necesidades para atender, sumidos en la angustia y la miseria. Triste ejemplo también vivimos en nuestro país, donde cada día son más los pobres a cuyas filas se suman los desesperanzados. No hay más pobreza que la que nace de la escasez de esperanza. Si por su esperanza se mide la sabiduría del hombre, no dejemos que también nos usurpen esos valores vitales para el perfeccionamiento humano. Porque el trabajo que hay que hacer es inmenso, pero los voluntarios son todavía insuficientes. Rotary sobrevivió crisis muy grandes y resurgió una y otra vez sustentando sus bases de solidaridad, comprensión, tolerancia que fueron y seguirán siendo modelo para la recuperación de una humanidad más humana. Muchas son las manos necesarias, solo de nosotros depende conseguirlas más y mejores.

Hasta aquí llegamos, damos las gracias al Diario “El Debate Pregón” por permitirnos llegar a Uds.; con un hasta pronto, y deseándoles lo mejor, ha sido Imagen Pública de Rotary Club Gualeguay.