Se presentó el “Grupo Madrigalista” del Coro de Cámara Adrogué

El sábado pasado, en el salón de conciertos del Club Social, con la organización de la Dirección de Cultura Municipal y la Subcomisión de Cultura del Club Social, se presentó el Grupo Madrigalista del Coro de Cámara Adrogué, bajo la dirección del Maestro Marcelo Ortiz Roca, amigo entrañable de Gualeguay quien desde hace 20 años nos visita dirigiendo distintos coros. El prestigioso  maestro nos sorprende siempre por la calidad de las agrupaciones corales que dirige. Gualeguay adora los conciertos corales. No dudo en afirmar que Marcelo Ortiz Roca, a través de tantos años, nos ha contagiado su pasión por el arte coral. Demás está decir que quienes concurrimos a esta presentación teníamos la certeza que disfrutaríamos de un concierto de gran calidad. Y no nos equivocamos. Marcelo Ortiz Roca, como buen maestro, nos  fue guiando  durante todo el desarrollo del programa, ubicándonos en el siglo XV y XVI, revelándonos  la inspiración que llevó a Claudio Monteverdi a la creación del  madrigal.
La primera parte del programa estuvo integrada por madrigales de Monteverdi y en la segunda tuvimos oportunidad de disfrutar de la chanson française del siglo XVI, en donde la picaresca y la onomatopeya tienen un rol fundamental. De Pierre Certon a  Clément Janequin  con su “Le chant des oiseaux”  (El canto de los pájaros), ejemplos de gracia y espontaneidad, finaliza este hermoso concierto. 

En un momento dado el maestro Ortiz Roca  agradeció a sus coreutas por el apoyo, por la entrega de cada uno de ellos. Arribar a la belleza tonal, al equilibrio armónico  requiere de una entrega total de los integrantes del grupo a su director,  conscientes de la inmensa capacidad del maestro, de su pasión por la música, sobre todo la música  antigua, en donde  encuentra la belleza en el lamento del alma, en la poesía musical. Y el público percibe la magia en sus polifonías.
Escuchar música es entregarse a ella totalmente, y creo que fue lo que nos sucedió en este bellísimo concierto en donde las voces de diez coreutas nos embriagaron en un desarrollo melódico de exquisitas armonías, con matices de un colorido perfecto  y un equilibrio de sonidos insuperable. 
¡Gracias maestro Ortiz Roca por su total entrega, por su exquisito arte!  Su público de Gualeguay esperará siempre la mágica luz  de sus construcciones musicales. 
Zélika Alarcón de Tamaño