NOTA CLARA
Sobre llovido, mojado
Fuimos en busca de datos, de opinión productiva que desde la agencia INTA local la tienen. Diferentes eventos han hecho necesarias las entrevistas con los integrantes de la misma Agencia Gualeguay.
Hace poco fue por la magnitud productiva, vez anterior por la sequía y ahora este evento de lluvias fuera de cualquier pronóstico. Acercarnos a números de precipitaciones es bueno; debiera venir una gran discusión local respetando pendientes, sentido del escurrimiento y enfrentarnos a que hay lugares donde no puede haber asentamientos o diagramación urbanística mínima.
Esto se hará recurrente por cómo los registros pluviales han cambiado y nos lo muestran. Sin profundizar el tema temperaturas o la variación que muchos ven hacia un clima “casi” tropical. Estuvimos dialogando con el ingenieroagrónomo Ezequiel Valentinuz, una de las caras visibles que tiene el INTA Gualeguay.
¿Desde dónde observar las precipitaciones y su incidencia en la producción agropecuaria?
-La Provincia de Entre Ríos recibe 1000 mm, promedio anual de precipitación. El 85% se concentra entre septiembre y abril y posee un impacto directo en la productividad de los pastizales naturales y de los cultivos primavero-estivales de la provincia. En los últimos 15 años, por el incremento en la intensidad y frecuencia de las precipitaciones, alrededor de 250 mm anuales de los 850mm cayeron con una intensidad mayor a 50 mm/h y escurrieron a los arroyos. Las proyecciones climáticas a mediano plazo para la provincia de Entre Ríos son de un sostenido incremento del porcentaje de lluvia que cae como lluvia intensa. Este desafío reduce la cantidad de agua para producir pasto y granos y, además, incrementa la ocurrencia de crecidas en los arroyos y el riesgo de inundaciones temporarias.
¿De nuevo se da en marzo, no solo de manera copiosa, sostenida y abultada en milímetros?
-Definitivamente, sí. Se ve eso; marzo es un mes en la memoria de los gualeyos.
-Las lluvias registradas en lo que van del año superan las medias históricas; 728 mm van desde el 1° de enero al día de la fecha, especialmente en el mes de marzo; como ocurriera en el año 2007, se registró un número muy alto de milímetros, con eventos de alta intensidad (en poco tiempo) y en días consecutivos o próximos. Es así que en la semana comprendida entre los días 11 al 16 de marzo las lluvias contabilizaron 358 mm, siendo un evento en particular el del día jueves y viernes siguiente de193 mm.
-Una información del observatorio climático de INTA Paraná muestra para dos períodos de series de 30 años cómo justamente en el mes de marzo se ha incrementado el valor máximo observado de precipitación diaria, justamente en el mes de marzo (período 1991-2020) es de 241 mm/día versus marzo 1961 – 1990 donde se registraban 182 mm/día. Esta situación es similar para los meses de abril y noviembre.
La misma tendencia muestra para el mes de marzo (mm totales/ mes) cuando se analizan estos mismos periodos, siendo marzo el de mayor valor con 525 mm mensuales (1991-2020), incrementándose en prácticamente 90 mm más que los registrados para el mismo mes del periodo 61-90.
INTA_CREntreRios_EEAParana_Wingeyer_AB_actualizacion_promedios_historicos_temperatura_precipitaciones%20(2).pdf
¿Hay otros datos disponibles para aportarnos a consecuencia de lo vivido? Estoy convencido de que ayudan a las decisiones.
-Efectivamente, así es y desde el INTA y el clima lo actualizamos y gustosamente te los comparto y te reconozco tu curiosidad también en esta oportunidad.
-La información de distintas variables climáticas como temperatura del aire y precipitaciones son cuidadosamente registradas en forma diaria en los últimos 60 años por el Observatorio Agrometeorológico de la Estación Experimental Agropecuaria Paraná del INTA. Los promedios históricos de temperatura y precipitación son utilizados en la toma de decisiones agropecuarias, como también en los estudios de escenarios y prospectiva. De esta manera, la información provista se utiliza para ajustar pronósticos climáticos, como así también es insumo de modelos de riesgo y predicción de rendimiento, efecto de adversidades, estimaciones agrícolas y de mercados. En una mayor escala temporal, los datos sientan las bases para el estudio, proyección y contralor de escenarios de cambio climático. La comparación de los promedios históricos de temperatura y precipitaciones de un rango más cercano de años como es el período 1991-2020 con uno más lejano como el 1961-1990 sugiere cambios en la magnitud y distribución de la temperatura y precipitaciones para la zona, pudiendo impactar la producción, transporte y logística.
Además, en esta estación experimental se encuentra uno de los radares perteneciente a la red nacional, herramienta fundamental para monitorear y determinar la ubicación de áreas con precipitación y fenómenos severos meteorológicos de alto impacto, en un contexto de variabilidad climática con precipitaciones cada vez más intensas y severas, permitiendo disponer de manera gratuita y online de datos de calidad e informes detallados para el seguimiento y análisis del impacto del clima sobre las producciones agropecuarias.
Información brindada por Ana Wingeyer, responsable del Observatorio Agrometeorológico del INTA Paraná.
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