Gualeyos por el Mundo
Soy Gonza Vigliani. Les comparto nuestra experiencia en Japón 2ª Parte
Gonzalo Vigliani y su esposa Lucía Ava residen en Australia, pero desde la entrega anterior Gonza nos está compartiendo las ricas experiencia de la visita que realizaron a Japón. Primero visitaron Osaka, ciudad que fue bombardeada en la Segunda Guerra, de lo cual quedan vestigios aún.
“Luego estuvimos en Kyoto, ciudad que no sufrió daños durante la guerra y es por eso que es una de las ciudades de Japón que hoy conservan el encanto de lo que era Japón años atrás. Es una ciudad hermosa, en la que, como dije, podés disfrutar de sus barrios antiguos que se conservan muy bien. Kyoto es la ciudad donde se pueden ver las Geishas, de hecho tienen su propio barrio, el cual estuvo a punto de ser cerrado porque un turista quiso sacarse foto con una de ellas y en un forcejeo rompió el traje de la Geisha (trajes que por cierto son carísimos). Las geishas son sagradas, no se les puede sacar foto, no se las puede tocar. Es una historia larga lo de las geishas, pero lo cierto es que el barrio de “Gion” es el barrio de ellas y es un lugar que parece sacado de un cuento.
Luego tomamos el tren bala y nos fuimos a Tokyo, ciudad inmensa, llena de gente, luces, sonidos. Es una ciudad en la que cada “barrio” es una ciudad, así que allí elegimos hospedarnos en dos lugares diferentes. Pasamos 4 noches en Shinjuku, barrio con mucha noche, mucha apuesta y que no duerme. Shinjuku fue el lugar en donde vivían o donde se encontraba la mafia japonesa conocida como los “Yakuza”. Hoy se dice que todavía siguen manejando las apuestas y demás, pero que ya se “comportan” mejor. Luego nos fuimos a Asakusa, donde te encontrás con la parte más tradicional japonesa, edificios más bajos, barrios más tranquilos. Estuvimos también una noche en el monte Fuji, vivimos la experiencia de dormir en un “Ryokan” que básicamente son las casas japonesas en las que no hay camas, sólo hay colchón en el suelo, las puertas son corredizas con dibujos en ellas; fue una hermosa experiencia. El monte Fuji es un volcán inactivo, es la montaña más venerada por los japoneses y es la típica foto del monte con la punta nevada y los cerezos, sólo que nosotros fuimos en verano, por lo que no encontramos nieve, ni cerezos, pero tuvimos la fortuna de verlo sin niebla, nítido, algo que es inusual en la época en la que fuimos.
Japón tiene también sus cosas negativas, principalmente en cuanto a lo social. Los estándares de exigencia son muy altos, todo debe ser perfecto y es por eso que son buenos en muchas de las cosas que hacen, pero esto también trae sus problemas para aquellos que creen no “alcanzar” esa excelencia. Es por eso el alto nivel de consumo de alcohol, el problemas con el juego en los llamados “pachinkos” que son los casinos, por así decirlo, las interminables jornadas laborales de los oficinistas, la gente que vive aislada dentro de un departamento sin salir por años, sus problemas para sociabilizar, el alquiler de personas. Esto último es real, existen agencias que alquilan personas, alquilan amigos, alquilan gente para que vayan a los casamientos, alquilan a alguien ¡para que los exijan! Sí, alquilan a una persona para que esté al lado suyo exigiéndolo para que dé el máximo. Esto sucede y forma parte de la vida de ellos hoy.
Al final lo que nosotros vivimos fue hermoso, recorrer las calles de Japón, empaparse de su cultura, sentarse a comer o tomarse una cerveza en los izakaya (así es como le llaman a los bares o restaurantes) en algunos casos sin entender siquiera el menú y dejar que nos trajeran lo que quisieran, sabiendo que lo que venía era bueno. Todo esto y mucho más nos dejaron esta experiencia de haber visitado este lindo país.
A pesar de estas hermosas vivencias, siempre se extraña la familia, los amigos y Gualeguay.
¡Abrazo para todos!”