Diego Larrosa De Zán Divulgador Científico
Tema astronómico: Agujeros negros
Es complicado explicar este tipo de objetos astronómicos, quizás, los más enigmáticos de todo el universo.
Tan así que, si nos acercáramos a uno, el tiempo se detendría por completo, eso sí, no nos acerquemos demasiado porque no quedaría nada de nosotros. Estos monstruos se forman comúnmente en los remanentes de las explosiones estelares llamadas supernovas, pero en otro artículo abordaremos ese proceso.
La primera persona en pensar la idea fue el reverendo inglés John Michell, geólogo, astrónomo y uno de los grandes científicos de la historia. En 1783 propuso la existencia de “estrellas oscuras” cuyo campo gravitacional era tan grande que ni siquiera la luz podía escapar (debido a la deformación que provocan estos objetos en el espacio-tiempo). Pero fue sólo gracias a las matemáticas que la presencia de los agujeros negros empezó a ser aceptada. Karl Schwartzchild (físico, matemático y astrónomo alemán) resolvió las ecuaciones de Albert Einstein y calculó cuán grande tendría que ser la masa para tener una fuerza gravitacional tan fuerte como para impedir que la luz saliera.
Un agujero negro es un objeto astronómico con una fuerza gravitatoria tan fuerte que nada, ni siquiera la luz, puede escapar de él. La “superficie” de un agujero negro, denominada horizonte de eventos, define el límite donde la velocidad requerida para evadirlo excede la velocidad de la luz (300.000 km/s), que es el límite de velocidad en el cosmos; la materia y la radiación son atrapadas y no pueden salir.
Se han estudiado extensivamente dos clases principales de agujeros negros: los agujeros negros de masa estelar, docenas de veces la masa del Sol se extienden por toda nuestra galaxia, la Vía Láctea, mientras que los monstruos supermasivos que pesan entre 100.000 a miles de millones de masas solares se encuentran en los centros de la mayoría de las galaxias grandes, incluida la nuestra.
¿Qué pasa si entramos a un agujero negro?
Usemos la imaginación. Si entráramos a uno llegará un momento en el que tu cabeza será atraída hacia el agujero negro con una fuerza mucho mayor que tus pies. El resultado: la gravedad te estirará en la dirección de la caída con una fuerza cada vez mayor y serás aplastado por los lados hasta que, termines convertido en un fino hilo de materia; los astrónomos se refieran a este proceso como «espaguetización» ¿Y si solamente nos acercáramos? Si, por ejemplo, ahora mismo te metieras en una nave y fueras a dar vueltas alrededor de un agujero negro durante un año, dependiendo a la distancia a la que te acerques, al volver a casa te encontrarías con que en la Tierra habría pasado mucho más tiempo que el año que marca tu calendario 5, 10, 100 años. Todo dependería de cuánto te atrevieras a acercarte al agujero negro.
¿Hay fotos de estos objetos astronómicos?
La respuesta es sí, pero no un sí rotundo, ya que un agujero negro directamente no se puede fotografiar, pero si su disco de acreción. En 2019, los astrónomos capturaron la primera imagen de un agujero negro utilizando el Telescopio de Horizonte de Eventos (EHT por sus siglas en inglés), en una colaboración internacional que conectó a ocho radiotelescopios terrestres bajo una sola antena del tamaño de la Tierra. En la imagen aparece como un círculo oscuro delimitado por un disco en órbita de materia caliente y brillante. El agujero negro supermasivo se encuentra en el corazón de una galaxia
llamada M87, ubicada a unos 55 millones de años luz de distancia, y pesa más de 6 miles de millones de masas solares. Su horizonte de eventos se extiende tanto que podría abarcar buena parte de nuestro sistema solar más allá de los planetas.
Las últimas investigaciones deducen que hay alrededor de 100 millones de estos objetos, solo en nuestra galaxia.
Muchas preguntas pueden faltar en este artículo, y de seguro, ni siquiera los científicos pueden contestar con total certeza, lo cierto es que cuando se descubren este tipo de objetos masivos, cuesta creer que existen, pero ahí están, esperando a que seamos capaces de descubrir todos sus secretos.