Un año sin Bogdan
Buscamos a diferentes vecinos: Edgardo Denoni, por el Frigorífico Soychú; Juan Isa, pediatra del Hospital Alemán y responsable de la ONG Club Río Colorado; Helena Hung, de la Fundación Taiwanesa Tzu Chi; a Cristian Ciancio porque lo entusiasmó con el Centro Comercial a Cielo Abierto ( hoy le imponen su nombre).
Edgardo Denoni, es la cara visible de la empresa, en su rubro, con mayor volumen productivo en la ciudad y en la provincia.
"Por supuesto que lo recuerdo y lo voy a recordar a nuestro Intendente Federico Bogdan, como un hombre de perfil y características honestas, de ciudadano transparente, de raíces familiares y de buenas acciones. Era afectivo, de una destacada trayectoria solidaria desde siempre, lo tenía en sus entrañas y lo mostró antes de ser Intendente y luego de llegar a cumplir su rol como tal. Siempre algo que sobresalió fue su espíritu solidario para con las instituciones (asilos, cooperadoras, hospital); fue el primer presidente varón de la Procopa de Leche. Por enumerar sólo algunas; sin dudas, debe haber muchas más.-
Llegó a su primer período y a un segundo, reelecto, con un alto e histórico caudal de votos; seguramente ganados y avalados por la confianza de sus actos y su buen proceder. Ése era su currículo.
Se me mezclan los afectos y, en alguna oportunidad, enojos o acaloradas charlas con alto voltaje emocional que atravesaba lo inimaginable. Nos podía sorprender a todos, dejando de lado protocolos y formalidades podía sortear o salteaba áreas, sectores, funciones administrativas..., solo él lo podía hacer, como máxima autoridad.
Era una mezcla de sensaciones, solo él con su características y perfil que lo distinguían; así era Federico, con aciertos y desaciertos; a veces con su visión, con idas y vueltas y muy difícil, era como misión imposible hacerlo correr desde su mirada o posición, rezongos de por medio. Con todos esos condimentos era inimputable; te podía sorprender, aunque traspasara las fronteras de lo lógico o irracional. Siempre estuvo disponible y en los tiempos difíciles respondió junto a su gabinete y equipos de colaboradores directos; atendieron nuestras necesidades y requerimientos como empresa, a esto lo debo decir.
Recordarlo por medio de su gestión, desde su rol como ejecutivo, con obras de trascendencia pública que quedarán en la historia para nuestra Ciudad, como el puntapié inicial para las dos primeras cuadras de la peatonal en calle San Antonio, el pavimentado del camino a Puerto Ruiz; con todos sus recuerdos graciosos sobre la gestión o cómo logró conseguir los fondos para ese presupuesto, obras intermedias en defensas para contrarrestar inundaciones. A modo de cita, resguardar a familias del Barrio Dunat y la protección al vecino de Puerto Ruiz.
Sin dudas, las personas se reemplazan y la actual gestión ante tal impacto inesperado se tuvo que reorganizar y continuar atendiendo el día a día. Sin dudas que todo lo que pasó fue diferente, que hay cosas dentro de una gestión que se deben reemplazar y cubrir ese espacio dejado; pero hay esencias o características de la persona que ya no está que no se cubren, porque son propias de Federico. Sobrevuela el espíritu de buen ser humano, de buena persona, donde se conjugaron el destino y la pandemia provocando, lamentablemente, una muerte prematura e inesperada".
"No podemos controlar la duración de la vida, pero podemos desarrollar la profundidad y la amplitud de la vida". Venerable Maestra Cheng-Yen.
A los taiwaneses los trajo él. Apenas los llamé, no pusieron ningún reparo. Agregando que no se podían negar ante mi pedido.
Helena Hung, de la Fundación Taiwanesa Tzu Chi
"Nuestro buen amigo Federico Bogdan falleció hace un año, todavía no lo creemos. Quizás él ha ido muy lejos, pero en el fondo de nuestro recuerdo, de vez en cuando, aparecerá su expresión traviesa y su sonrisa abierta como la de un niño. Observa el tiempo, Julián, y mirando hacia atrás en 2007, a causa de las inundaciones en Gualeguay, yo ya era voluntaria en la Fundación Tzu Chi. Con este encuentro y afinidad de ayuda ante desastres, Federico abrió el camino para estar juntos y hacer el bien. Desde entonces, la fundación en la ciudad de Gualeguay ha asistido sucesivamente a actividades como distribución de temporada de invierno, donaciones escolares y clínica gratuita de medicina tradicional, en los Distritos, en todos estos años. Después de los años gradualmente, mi esposo, el doctor Kao, y yo nos hicimos buenos amigos de él. Porque Federico siempre decía: 'Mientras sea alguien que nos pueda ayudar en el sufrimiento de Gualeguay, definitivamente lo apoyaré'. Quizás sea el destino de la vida pasada, el amor de esta vida, este camino de la caridad, apreciándonos mucho unos a otros. Llega el 2020, Federico se fue de repente y rápido, soltó toda su elegancia. La vida es tan impermanente y corta. Mi esposo dijo una vez: 'La vida no tiene precio, sólo cuando saber cómo aprovecharla, puede ser valiosa'.
Hermano mío, tal vez no hayas vivido lo suficiente, y todavía quedan muchos sueños incumplidos. Pero como dijo la Maestra Cheng Yen, fundadora de la Fundación Tzu Chi: 'No podemos controlar la duración de la vida, pero podemos desarrollar la profundidad y el amplitud de la vida'. Porque 'no se puede llevar todo, sólo el hecho del karma está contigo'. Todos los logros y la fama del mundo desaparecen con el fin de la vida personal. Sólo las buenas acciones lo seguirán a uno mismo y dejará que las generaciones futuras lo recuerden.
Permitinos agregarte lo último hacia nuestro amigo Federico: 'Tus amables pensamientos, buenas acciones y devoción desinteresada en tu vida..., realmente vivías una vida maravillosa. Tu grupo de amigos como Juana, el doctor Kao, Helena y muchos otros, te extrañarán siempre' ".
Nos cuenta Cristian Ciancio: "Centro Comercial aCielo Abierto, ¿qué es eso?, nos preguntaba.
Estas eran palabras que mucho le costaba decir a Federico, pero lo tenía todo claro, pues olfateaba la importancia que existía para cambiar la imagen del centro de Gualeguay.
Al ganar las elecciones, en el mes de noviembre de 2015, se puso inmediatamente en contacto con el Centro Económico Gualeguay (CEG) para ponerse a trabajar YA, por el proyecto de la semipeatonal (como le decía); algo tan negado para Gualeguay, nos dijo. "Asumo el 10 de diciembre y el 11 comenzamos a trabajar acerca de cómo hacerlo". Desde su participación en la mesa directiva del CEG, creyó en esto; así que para él no era una cuestión política, sabía que era importante hacerlo y que lo desafiante era el cómo.
El CEG automáticamente posterior a esa reunión pidió la asistencia técnica y profesional a CAME (Cámara Argentina de la Mediana Empresa) para comenzar a trabajar y así fue como en el mismo diciembre de 2015, a días de asumir, comenzó la gestión CEG-CAME y Municipalidad, recibiendo en Gualeguay a los directivos de CAME y recorriendo la ciudad con ellos.
En marzo de 2016, participamos todos juntos en el Seminario Internacional de CCCA (Centros Comerciales a Cielo Abierto) en Parque Norte, un evento anual del que el CEG participa hace muchos años, en el que se reúne más de 1500 dirigentes e intendentes del país, de muchas ciudades que cuentan con su CCCA o que están trabajando en esto. Volvimos todos muy entusiasmados y con ganas de verlo hecho realidad; fue un viaje muy lindo que no solo renovó las ganas de vernos crecer como ciudad, sino que además desde el CEG entendíamos que sólo involucrando desde adentro a todos los actores lo entenderían mejor, estábamos convencidos de eso y así lo hicimos.
En mayo de 2016 se firmó un convenio muy importante de colaboración, desarrollo y asesoramiento de CEG-CAME y MUNICIPALIDAD y a solo 90 días después (agosto de 2016), habiendo recibido visitas de técnicos, arquitectos y demás personas del equipo de CAME, el cual asesoró a más de 150 CCCA del país, se presentó un Diagnóstico y Propuesta Integral al Municipio, en el salón del Consejo Deliberante y que fue y es la base del proyecto total de 5 cuadras. Ya con esto, se podía comenzar a buscar el financiamiento para la realización.
Federico siempre entendió que la mano de obra iba ser la de la propia Municipalidad, así que era más cercano el objetivo de la realización del proyecto CCCA. Sabiendo ya que se conseguían los materiales y se comenzaba, no teníamos dudas.
Corría el año 2017 y nos cita Federico para un viaje a Buenos Aires de manera urgente, completamente convencido de que el proyecto era aceptado.Teníamos una reunión con la Dirección de Modernización Urbana de la Nación; la reunión fue muy positiva y la propuesta era que la Nación enviaba los materiales, mobiliarios y el municipio construía.Y así fue... Fue un día de mucha alegría, pero debíamos ser cautos hasta ver los materiales enviados por Nación.
Después todo lo demás es lo que se ve y se disfruta hoy, una obra hecha realidad que va a cambiar el centro comercial de la ciudad para siempre, que vamos a aprovechar todos los vecinos, como también todos los turistas que visiten Gualeguay; vamos a ver un progreso comercial de la ciudad, se va a generar un entorno amigable, seguro, limpio y sustentable. Todo esto genera un área de la ciudad que promueve el paseo, la protección del peatón y mejora el consumo, lo que a futuro genera más puestos de trabajo de calidad y sostenibles.
Gracias, Federico Bogdan, por creer siempre en el proyecto del CEG; fueron más de 20 años de postergación, gracias por ser parte de él también y por involucrarte como lo hacías con todo lo que emprendías, un proyecto del que tantos dirigentes del CEG trabajaron por años para poder tener, pero que nunca se bajaron los brazos.
Un fuerte abrazo al cielo de todos los que pasaron. Seguimos luchando por un Centro Comercial pujante y de calidad"
El diálogo con el médico Juan Isa transcurrió en cuanto a las ocurrencias (de todo tipo y calibre), de aquella persona que buscaba elementos del Hospital y terminó siendo un actor social importante, nos relató: "Dicen que a las personas se las conocen realmente como son cuando tienen una cuota de poder", tal vez sea así; yo tuve la suerte de conocerte cuando luchabas desde el llano, allá en la casa de Tita Monti, ayudándola cada día a sostener su comedor infantil. Después vinieron grandes desafíos, como la casa de botellas; la gente iba a llenarlas con arena, vino la plaza en Puerto Ruiz, nuestro trabajo en conjunto con el Rotary y Río Colorado en los hogares judicializados. En fin, nunca paramos de trabajar juntos codo a codo; hasta que comenzaste con la política. A decir verdad, no me gustó y pensé que eso te iba a cambiar (tuvimos una charla, te acordarás desde donde estés), me dijiste que era una oportunidad para estar más cerca de la gente, que ibas a ayudar más, que la relación con Río Colorado se iba a sostener como siempre en grandes y pequeños proyectos, todo para la gente, todo por amor a ellos. Tu pasión en ayudar no tenía límites. Creeme ésta, Julián: mil veces lo cruce por el Hospital Alemán, siempre con una sonrisa pidiendo cosas para su gente; lo llenó al Hospital y resolvió colaborar con ciudades vecinas; sonaba el teléfono, me madrugaba: 'Chiquito, venite que tenemos que hacer esto y lo otro y lo otro'... un torbellino de ideas solidarias.
Y cada vez que cumplíamos el sueño, nos abrazábamos llenos de emoción. Siempre un grito, una broma, una alegría y una calidez única; todo era con un abrazo y una sonrisa de oreja a oreja, nunca cambiaste. Desde el llano y desde tu intendencia fuiste el mismo, el mejor.
Compartiendo mate, recorriendo con orgullo cada obra o emprendimiento; me contaste: 'La peatonal que tenemos...'. Luego, me contaron la lucha de esas cuadras; tus ojos eran de emoción. Me hiciste conocer cada rincón de Gualeguay, a su gente. Te descubrí algo: no tenías rivales en la política, a todos los trataste como hermanos, diste lo mejor de vos y ellos lo saben.
Todo Rio Colorado te recuerda, siempre y siempre nos decíamos: '¿Qué hacemos este año con el loco...?'; ese loco eras vos, mi amigo Federico.
La vida nos sorprendió con esta maldita pandemia.Recuerdo que nos enfermamos para la misma fecha; me llamabas cada día para ver cómo me sentía, porque sabías que yo no la estaba pasando bien. Y ahí estaba mi hermano, mi amigo del alma, ese gualeyo de corazón grande. El destino quiso que yo empezara a mejorar y al mismo tiempo, cuando no llegó tu llamado diario me preocupé y te llamé. Recuerdo como si fuera hoy: 'Tranqui, chiquito, me falta un poco de aire; pero este finde voy estar bien'. No fue así, hermano.Todo se derrumbó ese finde.
Hoy prefiero recordarte con una sonrisa, la tuya, amplia y encantadora. Es lo que hoy me hace volver a tu querido Gualeguay; reconozco que me duele y en tu honor acepté este espacio de Julián. Te encontraré y en algún momento te abrazaré. ¡Te quiero, querido Fede!".
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