La Cultura de Gualeguay
Viejo Puente "Presidente Pellegrini"
Les traemos la segunda parte de la historia de éste puente. En esta ocasión, las controversias y críticas por la construcción del Viejo Puente Pellegrini
En La Hojita de la semana pasada compartimos la primera parte de una nota del diario El Debate del 10 de enero de 1902 que se refiere a las controversias acerca de la construcción del Viejo Puente Pellegrini. Para ubicarlos, reiteramos los primeros conceptos de esa nota y la última parte, para luego entregarles la segunda parte.
"El viejo Puente Pellegrini se construye en 1898 con fondos de la Nación, proyecto del Ing. Adolfo Casaffousth y realización del Ing. César Menegazzo.
Debido a crecidas del río Gualeguay se termina en 1907. Se repara en 1912, se reconstruye en 1939, y se hace prácticamente de nuevo en 1960 cuando se lo lleva la gran creciente de 1959.
¿Por qué tardan 19 años en terminarlo? ¿Por qué sufre tantos contratiempos durante su ejecución?
A nuestro entender se reformó, en el pliego de nuevas condiciones, el aumento de resistencia de los tornillos y los fierros que ligan los maderos, y mejorar la calidad de estos. -¿Era eso lo suficiente?
Lo contrario, es que tratemos de demostrar en el curso de este artículo que resultará conveniente o fastidioso...
2ª parte de la nota de El Debate del 10 de enero de 1902
-Creemos firmemente, y así lo piensa la mayoría, que lo primero que debía haberse hecho era abandonar aquel plano o cuando menos, modificarlo fundamentalmente. Con esto nada se perdía, cuando que el puente aquel después del desastre, había que volverlo a levantar de nuevo.
La base principal de la modificación, consistiría entonces en reducirle la altura innecesaria que tenía, y cuya altura no obedecía a otra causa que a errores de información, respecto a la línea a que habían llegado las crecientes más grandes que ha producido el Gualeguay y a la masa enorme de raigones que las aguas arrastran en las avenidas torrentosas, que todos conocemos.
Suponemos que, se nos exime de la necesidad de demostrar que la altura del puente es exagerada y que ella resiente profundamente la resistencia de sus columnas y ligamientos que sostienen el cuerpo general de la obra, que a consecuencia de la gran extensión que abarca, de la clase de maderas duras y pesadas que se emplean, forma un peso enorme superior a la fuerza de los brazos que la aguantan.
Tenemos el ejemplo hoy mismo:-se puede abandonar el terreno de las suposiciones hipotéticas y tratar el asunto prácticamente- deteniéndonos a contemplar el aspecto que presenta la parte que está sobre el río.
En éstos momentos, que aún no ha pasado ni casi pisado nadie el puente, ya este está completamente desequilibrado en la armonía de fuerzas, que todas juntas, deben concurrir a tenerlo inconmovible.
Ya mismo, el puente sufre un resentimiento gravísimo; ya en cierta parte ha habido un hundimiento notable, que ha alterado sensiblemente su nivel, estando por consiguiente
soportando fuerzas inarmónicas, que trabajan y gastan sus ligaduras y contrafuertes; ya mismo el puente amenaza derrumbe sino se acude a tiempo (nos avisan que inmediatamente se arreglará este hundimiento) a reparar esos desperfectos que pueden multiplicarse con resultados desastrosos para la obra y su terminación.
El movimiento que ha hecho la armadura general es tan evidente como grave, y lo demuestran los tornillos y remaches que aseguraban el piso y las barandas, que están muchos saltados y quebrados.
¿Qué diremos de los terraplenes que van a unirse al maderamen sobre el río? Ya lo sabe el público; estos estaban en un estado deplorable y hubo que reconstruirlos todos y gastar en ellos ingentes sumas de dinero y cuando estén concluidos, terminados y se ofrezcan al tráfico público para que se sirva de ellos, se encontraran entonces, lástima que recién entonces, conque son angostos - pues, cuando se encuentren dos carros en camino inverso los animales se apartan asustados de las orillas y se recorren al centro,- igual cosa harán los de la izquierda como los de la derecha y se notará, ya tarde, lo improcedente de la altura y del ancho escaso que se les ha dado, quizá con perjuicio de que puedan ser útiles o servibles al objeto que responden.
¿Los 29.000 y pico de pesos, en que los Sres. Belderrain y Cía. han contratado la terminación de estas obras, alcanzarán para ponerlo en condiciones de entregarlo al servicio público? Parece que el compromiso es terminarlo totalmente, pero se nos ocurre hacer una observación que pueda que tenga un positivo fundamento.
¿Deben seguir los Sres. Belderrain y Cía. la obra adelante, partiendo desde el punto en que la dejaron los otros empresarios? ¿O deben estos señores retroceder para remediar todos los desperfectos que hayan sufrido los trabajos desde el día en que quedaron paralizados? Este es un punto de vital importancia que averiguar y que necesariamente tiene que pesar enormemente en el desiderátum que buscamos.