Cultura
Vivencias de Los Niños Cantores de París
Con motivo de la visita de “Los Niños Cantores de París”, pudimos conversar con varios de sus integrantes y con quien ofició de traductor y acompañante durante toda la gira. Fue un intercambio muy gratificante tanto para ellos como para nosotros, no sólo en la faz artística, sino también humana.
Hippolyte, bajo y manager
-Estoy en el coro desde hace veinticinco años; soy uno de los bajos. Ésta es nuestra primera gira en Sudamérica, por Uruguay y Argentina. Es un gran gusto estar aquí por primera vez porque aquí la gente es muy feliz, muy simpática. El público es extraordinario; en cada concierto hay mucha, mucha gente; es increíble, comenzó expresando Hippolyte.
Más adelante agregó: -Estuvimos en Buenos Aires; teníamos conciertos en la Catedral de San Isidro, en la Catedral de La Plata; también en la Basílica de Luján. Luego estuvimos en Córdoba, en un concierto de la iglesia de los capuchinos, muy bella iglesia. En San Juan, en el nuevo Teatro del Bicentenario, una sala de conciertos muy grande y muy profesional, que tiene similitud con las salas de concierto en China; un lugar muy bonito. Después, tuvimos un concierto en Mendoza y hoy en Gualeguay. Mañana estaremos en Concepción del Uruguay. Luego, el último concierto de la gira será en Buenos Aires, en el Auditorio de Belgrano, el 28 de julio. Nos ha gustado mucho Argentina. Las ciudades son muy diferentes; los paisajes, también. Aquí, en Argentina, el invierno es menos frío que en Europa.
Sobre nuestra ciudad nos dijo: -Gualeguay es la única ciudad de nuestra gira que es la más pequeña y más auténtica; porque Buenos Aires es una ciudad grande, muy similar a las ciudades europeas. Aquí, el ambiente es “muy América del Sur”. Los chicos están muy felices; las familias que los recibieron son muy cálidas y los han tratado muy bien.
En cuanto a los niños y el colegio al que pertenecen, Hippolyte manifestó: -Los chicos pequeños son de diez años; de dieciséis para sopranos y altos; pero hay también tenores y bajos que pueden ser desde diecisiete hasta treinta y cinco años. El pianista es el hijo del director y en coro, el más joven, que tiene diez años, es el hijo del pianista.
-El nuestro es un colegio privado, católico. Es un gran colegio en París, con más de dos mil alumnos. Tiene todos los niveles, con dos años de preparación para la universidad. Las edades van desde los tres, cuatro años hasta los dieciocho, diecinueve años. Los chicos no tienen internado; aunque la jornada comprende la mañana y la tarde. Los niños que forman parte del coro practican durante su tiempo libre, después de las clases.
Para finalizar, se refirió a los escenarios de Gualeguay en que actuaron: -Me gustaron ambos lugares; la Iglesia tiene un sonido muy particular, y aquí (el Club Social) también hay buena acústica.
Gabriel Piazza - Profesor acompañante
Esto nos dijo Gabriel: -Soy oriundo de Gualeguay, radicado en Rosario. Estudio el profesorado de francés, al mismo tiempo que ejerzo como profesor de francés. Acompaño al Coro en toda la gira, desde el principio, el 8 de julio, hasta el final, el 28 de julio; he estado con ellos permanentemente.
Más adelante da detalles de los auditorios: -Estuvimos en San Isidro, Montevideo, Luján, Córdoba, San Juan, Mendoza y dos conciertos aquí, en Gualeguay. Hemos visto de todo; además de conocer muchas catedrales, basílicas, iglesias, teatros. Estuvimos en el Teatro del Bicentenario de San Juan, muy bien preparado, con mucha tecnología, con la mejor acústica. Todo lo que hagan ahí se luce muchísimo. El recibimiento de la gente en las distintas provincias fue increíble. Ellos estaban sorprendidos porque no están acostumbrados a recibir tanta gente, tener audiencias tan numerosas y, a la vez, tan demostrativas. Esto para nosotros no es novedad porque cada vez que viene un artista extranjero se sorprende de lo mismo; igual ocurre en este ambiente de los coros, no es una excepción. La gente es muy expresiva, quieren acercarse, hablar con los artistas.
Con respecto a la experiencia de la atención que han recibido y lugares que conocieron, comenta: -En todos lados la atención ha sido increíble, nos han tratado de una manera formidable. Hemos disfrutado de los paisajes. No ha habido mucho tiempo de salirnos del proyecto inicial; pero, de todos modos, hubo muchos kilómetros de ruta con paisajes totalmente distintos, y todos son disfrutables. Por ejemplo, para nosotros la llanura con los animales es algo común, pero ellos estaban “alucinados” totalmente al verla. También el recorrido al lado de la Cordillera de los Andes fue increíble.
En lo que hace a nuestra ciudad, Gabriel manifiesta: -Están encantados con Gualeguay, les parece una ciudad muy linda; es una ciudad muy agradable para ver, para caminar. Esta mañana fuimos al parque aéreo, al lado de la costanera, les encantó. Es una ciudad que no tiene mucho para hacer, pero sí para disfrutar; porque tan sólo estar al aire libre es un disfrute. La gente es muy cordial, el trato siempre muy respetuoso; además, es curiosa, de acercarse y preguntar, algo a lo que ellos tampoco están acostumbrados y les sorprende gratamente, no es que les cause rechazo. Dicen que en Francia el público es “otro”, mucho más frío; obviamente, aplauden las canciones, pero se quedan muy quietitos en sus lugares, termina el show y se van.
-Nos quedan dos conciertos: mañana, en Concepción del Uruguay, y, pasado mañana, en Buenos Aires. En la basílica de Concepción del Uruguay, se intentó, pero no se pudo; así que se hará el recital en un auditorio; y en Buenos Aires, en el Auditorio Belgrano.
Con respecto a sus vivencias, Gabriel expresó: -Yo estoy contento, soy profesor de francés; por el lado del idioma, me siento muy a gusto, muy cómodo, es lo mío. Pero, al mismo tiempo, una gira de un coro que no tiene nada que ver con lo mío es todo nuevo para mí; estoy aprendiendo un montón de cosas. Veo al coro ensayar, las necesidades que tienen, la logística que manejan. Además, descubrí que me gusta el coro; tenía el prejuicio de que un coro era algo aburrido; sobre todo éste, que interpreta música sacra. Me retracto totalmente porque el coro es increíble; por más que muchas cosas no las entiendo pues están en latín, creo que la música cruza una barrera y llega a vos. Siempre hay un momento, en todos los conciertos, en el que me tengo que aguantar las ganas de llorar de emoción.