25 años del instituto superior de formación docente "Adveniat" d-127
"Muchas veces sentimos admiración por las obras que realizan los misioneros católicos con su tarea evangelizadora en tantas partes inhóspitas y marginadas del mundo ayudando, cuidando, alimentando el cuerpo y el espíritu de los más necesitados. Pensamos, entonces, qué lejos estamos de ello. Sin embargo, esa misión evangelizadora la podemos realizar aquí, en Gualeguay, a través de la Educación y, para esto, los he convocado" (Pbro. Marcos Kemerer)
Esas palabras, sin duda, implicaron un sello esencialmente inalterable en el corazón de quienes habían sido invitados a comenzar esa desafiante y gratificante trayectoria del Instituto “Adveniat” que, junto al “Regnum Tuum”, contiene el llamado y el pedido a Dios “Venga a nosotros tu Reino”. El nombre fue propuesto por el Padre Kemerer como un reconocimiento a la Fundación alemana “Adveniat” la cual había contribuido a la construcción de las aulas para Catequesis en la Parroquia San Antonio y, seguramente ese espacio, bajo la custodia del Templo, de su campanario y la imponente presencia de las araucarias, elevaba esta petición, sostenida y escuchada en la oración de Jesús, presente y eficaz en la Eucaristía, cuyo fruto es la vida nueva según las Bienaventuranzas.
Todo esto lleva a comprender la creación del Instituto como una conjunción de voluntades para construir un servicio educativo confesional: el interés del Cura Párroco de San Antonio, Pbro. Marcos Kemerer junto al Pbro. Roberto Crettaz, por la creación de un profesorado de carácter confesional para Gualeguay, la intervención del Prof. José Schonfeld informando sobre la disponibilidad de crear un Profesorado de Enseñanza General Básica y la disposición y acompañamiento del Hno. Miguel Aramburu (Monje perteneciente a la Orden de la Comunidad Benedictina de la Abadía del Niño Dios de Victoria), por entonces Supervisor de Educación Superior de la Dirección de Enseñanza Privada, dependiente de Consejo General de Educación de Entre Ríos, cuya participación fue fundamental para la creación de esta Institución Educativa.
El Hno. Miguel Aramburu vio la factibilidad de creación y tras la solicitud de los requisitos necesarios y, habiéndose cubierto los mismos, en diciembre de 1994 visita la Parroquia para verificar in situ el espacio físico para el funcionamiento del Profesorado. Luego de esa visita, a comienzos del año 1995, se hace entrega de la Disposición Nº281 de la Dirección de Enseñanza Privada del CGE, autorizando la creación del Instituto y, por Disposición Nº 222/95, es reconocido pedagógicamente, quedando incorporado a la Educación Oficial, asignándosele la característica D-127.
El Instituto de Formación Docente “Adveniat” D-127 fue creado con la aspiración de dar respuesta y cubrir el vacío frente a la dicotomía entre Fe y Vida. Su comunidad educativa estará animada por el espíritu evangélico de la verdad, la libertad y la caridad, a fin de asumir el compromiso docente capaz de proyectarse hacia la sociedad para mejorar sus estructuras y para hacer de la convivencia entre las personas una relación pacífica, fraterna y comunitaria.
Así es como esa conjunción de voluntades se completa con la convocatoria del Párroco al personal que se desempeñaría en el Instituto como también de la Comisión de Administración de Gastos y Bienes: Apoderado legal, Pbro. Marcos Kemerer; Director de Estudios, Pbro. Roberto Crettaz; Rector, José Schonfeld. El personal docente estaría conformado por las Profesoras y Profesores: Patricia Aicega, Nora Berón, Pbro. Roberto Crettaz, Sara Forziati, Leonor Galizzi, Alicia Hauscarriague, Carlos Hauscarriague, Jorgelina Moreno, Susana Reynoso, Graciela Saavedra, José Schonfeld, Gloria Zanini, incorporándose en el siguientes año: Amalia Fernández, Silvana Lucero, Claudia Maye, Isabel Pedrazzoli, Laura Suarez, Estela Conte Gand, Roberto Altinier, y como Secretaria, Claudia Arnaudín. Además durante el año 1996 comienzan a desempeñarse como Apoderado Legal, Ricardo Camarano y como Rector el Pbro. Roberto Crettaz.
Cuando se recuerda a ese grupo de personas maravillosas, se puede concluir que ellos fueron portadores auténticos e inclaudicables de los principios, de la identidad y misión que se les había otorgado. Aquellas palabras del Padre Kemerer fueron guía y concreción de las aspiraciones de la creación del Instituto Adveniat. Se conformó una comunidad educativa sólida, comprometida, responsable, dando cada día la excelencia de sus saberes y un amor retroalimentado entre colegas y, fundamentalmente, con los alumnos. Trabajaron ad honorem durante seis años, brindándolo todo y, al momento de la reconversión de carrera, muchos debieron dejar sus cátedras demostrando una generosidad y un compromiso internalizado sólo llevando consigo los hermosos momentos compartidos, y habiendo demostrado que habían sido partícipes de la construcción del Instituto con cimientos indestructibles que permitieron su crecimiento y sostenerse en pie a pesar de las adversidades. Gracias por siempre queridos colegas y la paz eterna para los que han partido.
No es posible olvidar las personas que conformaron la Comisión de Administración de Gastos y Bienes: Graciela Sciutto, Amalfi Firpo, Hortencia Alarcón, Adela Ceballo, Roberto Altinier, Claudia Arnaudín, Irma Godoy, Rosa Rodríguez, María Emma Estapé, Irma Piaggio, Rosendo Taborda, Carlos Zanini, Olga Cantero, Pedro Ríos, Blanca Dellagiustina, Beatriz Bustos, Hilda Dubens, Néstor Gallardo, Beatriz Gasparrini que, con diferentes actividades permitieron cubrir las necesidades esenciales del Instituto.
Y, al fin, el 3 de abril de 1995, el Instituto “Adveniat” abrió sus puertas para recibir al alumnado, comenzaba su misión ante ese grupo de estudiantes que decidieron confiar y depositar su vocación en el nuevo establecimiento y, así, iniciar ese derrotero y proceso de retroalimentación permitiendo que, este año, el Instituto haya llegado a sus 25 años.
*En próximas ediciones se continuará recordando vivencias del Instituto.