7 de Junio: Día del Periodista

El Día del Periodista fue establecido en 1938 por el Primer Congreso Nacional de Periodistas celebrado en Córdoba, en recuerdo del primer medio de prensa con ideas patrióticas. El 7 de junio de 1810, Mariano Moreno fundó la "Gaceta de Buenos Aires", primer periódico de la etapa independentista argentina, que tuvo como primeros redactores a Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Juan José Castelli.

Ser periodista es sinónimo de objetividad y muchas veces el punto álgido de críticas.

En este último tiempo la labor del periodista se ha vuelto muy importante, todavía más de lo que era. Su vocación de informar se mimetizó con las ganas de que todo salga a adelante, con el miedo, con la angustia, la desesperación y algunos atisbos de felicidad.

Desde marzo del 2020, al periodista le tocó transitar por algo nunca antes imaginado, todo un mundo desesperado, un país colapsado y una ciudad alterada por la pandemia, los casos, los fallecimientos, las falsas informaciones, por los miedos, por las constantes malas y no tan buenas noticias, las incertidumbres, las confusiones.

Desde marzo del 2020, los periodistas intentan dar lo mejor de sí y llevar tranquilidad, pero sin caer en la omisión de la información, ni en el alarmismo. Y desde esa fecha se han vuelto un poco médicos, un poco enfermeros, un poco policías, un poco de todo lo esencial; no porque practicaron la profesión de aquellos trabajadores o sean más importantes que ellos, nada más lejos de la realidad, sino porque la población les consultaba todas estas cuestiones a ellos primero; convirtiéndose en intermediarios más que nunca.

Desde ese mes, hasta hoy, en Gualeguay pasamos momentos de desesperación, luego relajación, alivio; pero eso, en pocos meses, se volvió caos y emergencia. Llegamos a pasar por lo peor, que fue informar la partida de nuestro Intendente y el colapso del Hospital. Fuimos los intermediarios entre la población y el último adiós a Federico, somos los intermediarios entre el personal de salud y la población ahora (y siempre).

Esta labor no constituye un lugar de privilegio por ser trabajadores de prensa; estos hechos nos marcan a todos y a cada uno de los que trabajamos y hacemos periodismo en la ciudad, no sólo de manera profesional, sino también personal y social.

Ser periodista va más allá de lo que se publica y el enfoque que se da a lo publicado, es una profesión que va más allá de mejorar el rating de un canal o aumentar el tiraje de los diarios o la audiencia de las radios. Ser periodista está encaminado a un fin social, decisión que pasa por la formación profesional y ética de los comunicadores.

Cada uno puede brindar la información acorde a diferentes modos de acción y experiencia, pero nunca basándose en sus pensamientos y sentimientos, ya que si esto pasa se está perdiendo la característica principal del periodista, que es la objetividad. Muchas personas pueden estar de acuerdo o no con la forma de comunicar que tiene cada medio local, muchas pueden tener su favorito y muchas pueden no querer a otros. Lo que importa es el rol clave que hemos tenido en estos tiempos de pandemia que transitamos y las mil y una formas de reinventarnos.

Ser periodista es ponerse feliz por los logros ajenos y triste por los malestares de otros, es tratar de combinar las palabras adecuadas para llevar la información justa a quienes la necesitan. Es muchas veces cometer errores y tener que pedir perdón o remediarlos, es

ayudar, contribuir, apoyar, informar, sociabilizar, interactuar. Es sentirse feliz por los agradecimientos de aquellos a los que les acercamos un micrófono, es nutrirse de cientos de historias que marcan, indignan, enojan, alegran, pero siempre informar con objetividad.

El periodista está al servicio de la comunidad y al espacio donde se desenvuelve, informando con la veracidad que la noticia impone. Estas son bases fundamentales para la trayectoria y prestigio del medio al cual se pertenece. Si no hay veracidad, no existe el periodismo.

En este día, este matutino quiere destacar la labor de todos los periodistas de la ciudad de Gualeguay, felicitarlos a la distancia, desearles el mejor de los días y que sigan cumpliendo su labor con salud.

En este 7 de junio queda pendiente el abrazo, la mano apretada y las comidas de celebración, pero se remarca más que nunca la gratitud y el deseo de convicción y lucidez.

EL DEBATE PREGON