Litio
Crónicas del Litio: el futuro de la energía global
La Ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, anunció este viernes un acuerdo con una empresa israelí para invertir más de cien millones de dólares en la industria del litio. En esta nota analizamos un libro clave sobre el tema y las aristas de este recurso estratégico. por Santiago Joaquín García
En la mesa más famosa del país, almorzando con Mirtha Legrand, el presidente al ser consultado por la diva acerca del litio, contestó: “Me llamó Elon Munsk y está muy interesado en el litio, como también están interesadas muchas de Estados Unidos. ¿Pero qué necesitan? Un marco jurídico que respete los derechos de propiedad”. Ese fue el primer aviso y esta semana ya llegaron los anuncios de inversiones. Ahora bien, ¿de qué hablamos cuando hablamos de litio?
Orígenes
“El problema con el litio es que no lo ves. Y, sin embargo, está ahí, movilizando miles de millones de dólares, euros y yenes entre países centrales y periféricos. Y, mientras hace eso, va poniendo a pueblos ancestrales en pie de guerra, en pleno siglo XXI. Al mismo tiempo, ratonea a gobernantes de Sudamérica con la posibilidad de explotar un recurso que podría vigorizar sus economías nacionales o los negocios de sus socios. Y, quizás, cambiar el lugar de nuestros países en el mapa del poder.
Hay científicos y organizaciones sociales que ya advierten que esta transformación es una fantasía. O, en el peor de los casos, que se puede ser verdad a costa de un desastre ambiental y social”.
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“La tecnología más importante que usamos en nuestra vida cotidiana para comunicarnos funciona gracias al litio. Y vamos hacia un mundo en el que también dependerá de él la tecnología que usemos para transportarnos
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“Argentina, Chile y Bolivia forman el Triángulo del Litio y concentran entre el sesenta y el ochenta por ciento de las reservas mundiales de este mineral”.
Lo que leímos forma parte de ‘Crónicas del Litio. Sudamérica en disputa por el futuro de la energía global’ de Ernesto Picco. Futurock. 2022.
La palabra litio proviene del griego y significa ‘piedra’. El nombre del elemento deriva del hecho de haber sido descubierto en un mineral, mientras que el resto de los metales alcalinos fueron descubiertos en tejidos de plantas. Su símbolo es Li y en su forma pura es un metal blando, de color blanco plata, que se oxida rápidamente en aire o agua. Su densidad es la mitad de la del agua, siendo el metal y elemento sólido más ligero, blando y blanco. Es empleado especialmente en aleaciones conductoras del calor y en baterías eléctricas. Respecto a sus sales, suelen emplearse en el tratamiento del trastorno bipolar.
Si bien debemos su descubrimiento a científicos suecos, fue el británico Humphry Davy el que en 1818 “logró separar, analizar y establecer que se trataba del más ligero y el menos denso de los metales descubiertos en el planeta. Tanto, que podía flotar en el agua”.
El triángulo del Litio
Si se pudiera trazar un triángulo entre Chile, Bolivia y Argentina, el extremo norte se ubicaría en la región de Arica Chile, el extremo sur en Atacama, también en territorio trasandino; y luego de pasar por Oruro y Potosí (Salar de Uyuni), el extremo este se encuentra en Jujuy y Catamarca. Los dos salares más importantes de nuestro país son el Salar del Hombre Muerto (Catamarca) y el Salar de Olaroz (Jujuy). Sin embargo, en Salta también hay por lo menos tres salares. En agosto del año pasado, en la provincia de Salta, se realizó el XII Seminario Internacional “Litio en Sudamérica” que congregó a miles de referentes del sector. El evento fue abierto por los gobernadores de Gustavo Sáenz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca) y Gerardo Morales (Jujuy).
Durante el encuentro, según el parte oficial, los especialistas analizaron diversas perspectivas en torno a las nuevas tecnologías ‘para el cuidado del recurso hídrico’. Uno de los expertos destacados, Joe Lowry, exploró la historia de la industria del litio desde sus inicios con la introducción de los automóviles eléctricos por parte de la empresa Tesla (propiedad de Elon Munsk), y también discutió los desarrollos geopolíticos que la han moldeado. A su vez, se realizaron numerosas rondas de negocios. Como se puede ver, el interés de Elon Munsk viene desde antes de la asunción del presidente Javier Milei.
La cuestión jurídica
Dice Ernesto Picco: “En Argentina existe la llamada Triada Jurídica de la Minería. Por un lado, la Constitución Nacional de 1994 establece que los recursos pertenecen a las provincias, y por tanto son administrados por los gobiernos subnacionales. El Código de Minería, reformado en 1997, faculta a particulares a explorar y denunciar yacimientos, y la posibilidad de otorgarles pertenencias en perpetuidad. Mientras que la Ley de Inversiones Mineras de 1993 establece una serie de beneficios que van de congelamientos y exenciones fiscales, a subsidios y el tope de pago de regalías hasta el tres por ciento. Se trata de un entramado normativo que cobró forma durante los años de la reforma neoliberal en la Argentina y facilita y privilegia la intervención y las ganancias a las empresas privadas”.
No queda clara la preocupación del presidente en la mesa de Mirtha. ¿Querrá que el litio deje de pertenecer a las provincias? ¿Querrá que paguen menos del tres por ciento de regalías?
La soberanía y el agua
Luciano Catalano fue uno de los impulsores de la química geológica, pasó años recorriendo y escribiendo sobre las propiedades del suelo y las montañas en distintas regiones del país. En el año 1964, ocupando el cargo de subsecretario de Minería de la Nación durante el gobierno de Arturo Illia, publicó dos pequeños libros: ‘Estudio Geológico-Económico del Salar del Hombre Muerto’ y ‘Boro, berilio, litio: una nueva fuente natural de energía’. En el segundo, refiriéndose al litio, señaló: “estamos obligados a defender esa riqueza (agotable) para nuestra propia soberanía y bienestar, ya que el destino nos ha proveído en las entrañas de nuestra patria, tenerlo en buena calidad y cantidad’. Ojalá se le haga caso.
“Todos los salares en la Argentina están pedimentados. La normativa minera permite que los salares se pedimenten y pasen a manos de un capital transnacional o privado, son dueños y a partir de ahí lo pueden vender, comercializar, explotar. Catamarca tiene 25 años de explotación, extracción y exportación de hasta el último gramo de carbonato de litio extraído, pero es la tercera provincia más pobre del país”, explicó en diálogo con Canal Abierto Melisa Argento, doctora en Ciencias Sociales de la UBA y licenciada en Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Rosario, integrante del Grupo de Estudio en Geopolítica y Bienes Comunes, un colectivo multidisciplinario que hace más de 10 años viene trabajando la cuestión del litio.
“Los principales demandantes del litio son las corporaciones globales ligadas a la producción de baterías para la electrónica de consumo y la que más demanda ahora –y en un futuro lo será aún más– es la de la electromovilidad. Hasta el último gramo de litio que se extrae de nuestro país se exporta: la producción actual está en el orden de las 37.000 toneladas anuales. En los últimos 10 años, el precio de la tonelada de litio escaló de una manera exponencial, pasó del orden de los 10.000 dólares hasta los 70.000”.
Las cuentas no cierran. Y ahora viene el principal problema.
“La minería del litio es una minería de agua. Este es el mayor impacto ambiental. Por un lado, la salmuera se extrae a una velocidad mucho mayor a la del tiempo de recarga hídrica de los propios salares. Estos conforman cuencas endorreicas, porque son cerradas, y el ingreso de agua es por precipitación –escasa en estas zonas desérticas– o por deshielo de los cerros de la zona periglacial. Este ingreso de agua es muy lento y el egreso es por evaporación. En los territorios hay pozos surgentes de agua dulce de los que viven los animales, las pasturas, la población y de los que dependen los trabajos de la economía campesina de pastura y ganadería. Las mineras bombean el agua a una velocidad mucho más rápida que la del tiempo de recarga hídrica de esas cuencas acuíferas y provocan un progresivo stress hídrico en la zona.
El nuevo acuerdo
Una empresa israelí acaba de hacerle un anuncio de inversión al Gobierno por 104 millones para la Argentina. "Los planes que tienen son más que interesantes y logramos acordar un anuncio de inversión", señaló en diálogo con El Cronista Diana Mondino. Así, XtraLit, que nació en 2021 y tiene sede en Rehovot, se expandirá a la Argentina con esta inversión, que contempla la apertura de una instalación para producir ferrofosfato de litio (LFP) -material de alta demanda para la elaboración de baterías de ion-litio-, la puesta en marcha de un laboratorio de innovación y desarrollo (I+D) dirigido por científicos locales y un fondo para llevar a cabo proyectos, que se centrarán en la exploración de litio, adelantaron. La firma se especializa en la extracción directa de litio del Mar Muerto, que cuenta con una concentración baja del mineral (20 ppm, es decir, 20 gramos cada 1000 litro). XtraLit indicó que incluso puede extraer el recurso de fuentes acuosas con concentraciones "tan bajas, como 5 ppm, de una manera económicamente viable y respetuosa con el medioambiente en comparación con proyectos de evaporación, donde normalmente se necesitan al menos 700 ppm".