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Difunden las previsiones de INA y SMN para los ríos y la creciente en el verano
La situación de las cuencas hidrográficas de la región ha cambiado y se ha configurado un escenario húmedo sobre el litoral, que se extenderá todo el verano.
El Instituto Nacional del Agua (INA) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) presentaron las previsiones climáticas para el próximo trimestre, que abarca diciembre, enero y febrero.
Según el ingeniero Juan Borus, director del INA la situación ha cambiado respecto a lo que se esperaba a comienzo de noviembre, y se ha configurado un escenario húmedo sobre el litoral argentino, que se extenderá durante todo el verano.
“La mayor actividad sobre la región estaría concentrada en la Mesopotamia, especialmente en Corrientes, Entre Ríos y parte de Santa Fe. Es ahí donde se espera que las lluvias sean superiores a las normales, lo que plantea un escenario de riesgo permanente en los ríos de la provincia”, explicó Borus en una entrevista con Ricardo Guido.
El director del INA señaló que ya se han registrado crecidas en los ríos Gualeguaychú y Gualeguay, y que se espera que continúen los pulsos de crecida en toda la provincia. Además, informó que en este momento está lloviendo intensamente en la cuenca del río Pilcomayo, afluente del Paraguay, lo que provocará una crecida de este río.
Borus atribuyó esta situación a una variabilidad climática regional muy acentuada, que se ha manifestado en los últimos años. Comparó el año 2023 con 2009, que también terminó con niveles de inundación en toda la mitad superior del Delta. La única diferencia, según dijo, es que en el 2009 se partía de una situación de aguas bajas, mientras que en 2023 se partía de una situación de aguas normales. “Estamos con una perspectiva similar a la de 2009, hay que recordar el impacto que tuvo en su momento y qué pasó después también, qué pasó en el verano siguiente”, advirtió Borus.
Como dato favorable, el director del INA indicó que tanto el aporte del río Paraguay como el de la alta cuenca del Paraná en Brasil no serían tan significativos en la primera mitad del verano, lo que podría atenuar el efecto de las lluvias locales. Sin embargo, no descartó que la situación pudiera cambiar en la segunda mitad del verano, por lo que recomendó estar atentos a las actualizaciones de las previsiones, sobre todo por las actividades económicas que se desarrollan en la zona portuaria y de islas.
El aporte importante que está teniendo el río Gualeguay, que interactúa con el Delta, está impidiendo la descarga normal del rio Victoria o una descarga condicionada al Paraná, por lo que Victoria se ve afectada por lo que pasa en el Delta. En tanto su estuario tuvo otra crecida significativa, lo que afectaría en una posible sudestada.
En este momento frente a Victoria las aguas están a 5,35 metros, 1,80 por encima de lo normal cuando las aguas altas se establecen para ese punto en 4,20 metros. En enero se tendrá una tendencia descendente pero por encima de 4,20, condicionando las actividades económicas, sobre todo la ganadera en islas. En tanto, febrero podría tener una condición de aguas medias pero dependerá de cómo evolucione el caudal y la velocidad del agua que entra en el Delta, se indicó.
Hoy, aguas abajo, en Ibicuy, el Paraná está 80 centímetros por encima de lo normal debido a las crecidas del estuario. El Gualeguay desborda cargando al río Paranacito y las lluvias se suman a la perspectiva que, para Islas del ibicuy no es para nada favorable.
Finalmente señaló que los fenómenos de corto plazo, como granizo y vientos de más de 100 kilómetros por hora son puntuales, se pueden seguir dando pero son difíciles de pronosticar.