El adiós a las netbooks, un nuevo e incierto rumbo, y la falta de políticas de Estado
Por decreto se eliminó días atrás el plan que repartió casi 6 millones de máquinas. Cambio de paradigma, en aulas con poco uso de tecnologías
Simbólico para el salto en la inclusión digital dado a principios de la década, con casi 6 millones de netbooks entregadas en el país, aunque con problemas como la baja inserción de las nuevas tecnologías en las aulas, escasa conectividad en los establecimientos educativos, y esporádicos cursos de capacitación docente, el gobierno nacional decretó el fin del Conectar Igualdad. Mediante Decreto N° 386 publicado el 27 de abril en el Boletín Oficial, en el mismo mes que cumplía ocho años de vigencia, el programa dejó de existir; en su reemplazo se creó Aprender Conectados, con ambiciosas metas pero sin detalles de mecanismos, recursos y financiamiento.La eliminación del Conectar Igualdad demuestra, una vez más, el verso de todo el arco político en torno a la necesidad de políticas de Estado que se piden, pero luego se dejan de lado, por ambiciones personales, en el uso del poder. Porque difícilmente se encuentre en la historia reciente del país un consenso generalizado en torno a una medida de Gobierno: la puesta en vigencia del Conectar Igualdad en el país repetía una experiencia pionera y que perdura en la vecina República Oriental del Uruguay.Con aciertos y errores, desde 2010 el programa llegó a todos los alumnos secundarios argentinos,. El respaldo político y apoyo al programa, de unos y otros bandos políticos en la campaña electoral, se fue desdibujando a partir del cambio de Gobierno; primero con la eliminación de equipos técnicos o de asesoramiento, de las áreas de producción de contenidos, y fundamentalmente con la fuerte reducción o incluso anulación de la entrega de computadoras, entre 2016 y 2017. El Decreto N° 386 de creación del Plan Aprender Conectados, afirma: "El Programa Conectar Igualdad se creó oportunamente para abordar la brecha digital existente en el país, pero a ocho años de su lanzamiento, debe concluirse que este concepto mutó dando lugar al de alfabetización digital, donde la mera entrega de equipamiento dejó de ser suficiente si no se abordan contenidos específicos, con una orientación pedagógica clara e integral en los establecimientos educativos, como núcleos determinantes responsables de los procesos de enseñanza y de aprendizaje"."Que en atención a lo expuesto, es imperioso adecuar los proyectos pedagógicos para que garanticen la alfabetización digital de todos los niños y jóvenes respecto del aprendizaje de competencias y saberes necesarios para la integración en la cultura digital y la sociedad del futuro", versa el decreto, que constituye el acta de defunción de Conectar Igualdad. Habla de dotar de equipamiento tecnológico a los establecimientos educativos, y ya no a los chicos. Hoy, como ayer, y casi como siempre cuando el país sufre embates de una crisis, se vuelve a hablar de políticas de Estado. Una fuerza política pide el apoyo de la otra: por estos días, se busca respaldo al acuerdo con el FMI, so pena de ser considerados traidores de la patria, sino no respaldan esa medida. Entonces, una vez más, las políticas de Estado son un discurso elegante cuando afloran problemas y se intentan esconder y reconocer errores de una gestión. Y es un arma para obligar a la oposición de turno, a acompañar medidas con las que no coinciden ideológicamente. El caso de Conectar Igualdad es un ejemplo de la falta de políticas de Estado."Desde Nación aún no nos han informado nada", atinó a decir a UNO la titular del Consejo General de Educación (CGE) Marta Irazabal de Landó. Justamente, en oportunidad de la consulta, la funcionaria llevaba adelante una reunión de trabajo con equipos y profesionales del área de Nuevas Tecnologías del organismo. La realidad es que hoy, las netbooks han dejado de ser parte de la postal de las escuelas, y más aún, el uso de las nuevas tecnologías ha quedado aún más relegado. La conectividad en las escuelas de todo el país, y de las entrerrianas en particular, es bajísima: hay estimaciones que cerca del 50% de las instituciones tienen Internet, pero en la mayoría el servicio sirve solo para garantizar actividades del área administrativa, pero no llega a las aulas. Además, en muchos casos, Internet es pagada por las propias cooperadoras. Era en ese contexto en que el anterior titular del CGE, José Luis Panozzo, pretendía imponer el reloj digital facial en las escuelas, para el control del ausentismo docente, vía on line.Cierto es también que la provincia, con su amplia ruralidad y zonas isleñas, tiene importantes dificultades para establecer conexiones. Pero mientras crece la penetración de Internet en todos los ámbitos, y más aún, sus velocidades y capacidades de conexión, las escuelas parecen permanecer estancadas en el siglo XX, por responsabilidades de autoridades de antes, y de ahora. La baja conectividad y la escasa incorporación de las nuevas tecnologías en las aulas fueron dos de los grandes déficits del Conectar Igualdad. Sobre esto dice apuntar el nuevo plan, aunque sin definiciones claras ni pautas de inversión y desestimando el resto de las acciones. Como justificativo, el decreto plantea que en el marco del operativo de evaluación educativa Aprender -realizado en noviembre-, en el capítulo sobre Acceso y Uso de Tecnologías de la Información y de la Comunicación "se constató que el 94% de los docentes cuenta con al menos una computadora en sus hogares, cuatro de 10 fueron destinatarios de netbooks o notebooks provistas por el Estado y que el 98% utiliza teléfono celular".
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