El deporte local de duelo
El deporte local de duelo tras los decesos de Carbone y Montefiori
Otra vez el deporte local de duelo. Los decesos en las últimas horas de Guillermo Carbone y Luis Rubén Montefiori causaron mucha congoja y dolor en la comunidad
El deporte gualeguayense de luto ante los fallecimientos
de Guillermo Carbone y el "Pelado" Montefiori
En menos de cuarenta y ocho horas la comunidad gualeguayense se vió conmovida por el fallecimiento de dos personas muy queridas dentro de la actividad deportiva. Todavía quedaban los ecos del fallecimiento del intendente Bogdan cuando se produjo el deceso el pasado jueves por la noche de Guillermo Carbone tras padecer los embates del COVID-19 que no le dieron ninguna chance de seguir en el mundo terrenal donde era tan apreciado.
Guillermo tuvo mucha relevancia como dirigente de instituciones y es por ello que tanto el Club Pelota como el Jockey Club Gualeguay lo tuvieron como presidente. Apasionado por la paleta practicamente arrimó a sus hijos y nietos hasta el Club Pelota y desde la reja disfrutaba verlos jugar. Era siempre una persona de consulta para los emprendimientos que había en la institución de Moreno y Alarcón Muñiz.
Su otra pasión: el turf. La vida de los studs, los sangre pura de carrera y por ello desde jóven se vinculó al Jockey Club, otra institución en donde era muy respetado y querido.
Pero cuando todavía estábamos llorando el deceso de Guillermo, la vida nos da otro mazazo y fue la repetina é inesperada muerte de Luis Rubén Montefiori. El "Pelado" hizo historia en el trinquete "El Bidasoa". Para hablar de sus logros necesitaríamos varias paginas ya que fue reiteradas oportunidades campeón entrerriano, jugó torneos argentinos y se codeó con los mejores pelotaris de país entre las décadas del ´60 y ´70. Cuando se alejó de la actividad competitiva no dejó nunca de frencuentar el club de sus amores y se lo extrañaba si alguna tarde no lo veían al "Pelado"detrás del blindex mirando algún desafío concertado ó sino acercándose hasta la zona del billar para ver algún partido interesante.
Los dos dejan un vacío enorme en ambos clubes, quedan las anécdotas pero todos coinciden que eran dos amigos que dejaron su impronta y por sobre todo un ejemplo a seguir y, que más allá de hacer deportes, también hay que ser buenas personas.
Por J.R.M.