Furtiva fumigada nocturna en el Sexto Distrito Gualeguay.
Ecocidio: furtiva fumigada nocturna en el Sexto Distrito del Departamento Gualeguay, Sin aviso previo y al amparo que da la oscuridad de la noche.
Sin aviso previo y al amparo que da la oscuridad de la noche, otra vez Furtiva fumigada a Lidia Moreira, en el Sexto Distrito, Departamento Gualeguay. El 9 de septiembre esta mujer campesina denunció al arrendatario del lote vecino a su chacra, porque unos ingenieros agrónomos le avisaron que iban a pulverizar al lado de su casa con una notificación vencida y fuera de tiempo. Esta vez, el jueves pasado, no hubo ni siquiera eso. Un día antes las pulverizadoras ingresaron sigilosamente al sembrado cercano y luego esparcieron quién sabe qué pesticida cuando nadie las podía ver.
El olor al veneno se podía sentir a cientos de metros a la redonda, aseguró al sitio especializado en materia ambiental Era Verde, Lidia Moreira, quien ha sido varias veces damnificada por las aspersiones con agrotóxicos de sus lindantes. En esta oportunidad fue el jueves 17 de septiembre, en horas de la noche. En una acción al menos irregular, fumigaron en un terreno muy cercano a donde mora. Ella calcula que estaba aproximadamente a unos 400 metros, y al tener visibilidad casi nula, sólo podía percibir las luces y el ruido del motor de la maquinaria esparciendo los agroquímicos. Pudo sentir el olor de los venenos y se refugió cerrando todas las aberturas de su casa, porque sufre gravemente las consecuencias que le causan las toxinas: reacciones alérgicas, mareos, dolores musculares, vómitos y decaimiento.
No es la primera vez que Lidia tiene que enfrentar esta situación de fumigaciones furtivas. En el anterior episodio, el 9 se septiembre pasado, una delegación de la policía de la Comisaría Nº 17 de Sexto Distrito, junto con la ingeniera Sabrina Inés Imbert (matrícula 8211133), se presentaron para avisarle que iban a fumigar en el campo de al lado, que arrienda Carlos Flores a un hacendado bonaerense, Alejandro Berlingeri. Le avisaron sobre la hora (tienen que hacerlo 48 horas antes), sin estar dadas las condiciones meteorológicas y con una notificación con la receta vencida en más de diez días, firmada el 28 de agosto por Luis Alfonso Nievas (matrícula 1.678).
Por este hecho en el campo La Silvina, se realizó una denuncia cuya investigación lleva adelante la fiscal de Gualeguay, María Delia Ramírez Scarponi. En diálogo con Era Verde, la funcionaria judicial informó que entre las pericias dispuestas se extrajo sangre a Lidia, así como se solicitó información sobre la presentación de las recetas agronómicas a la comisaría del lugar. En tanto sobre la fumigación nocturna del jueves pasado, no tenía ninguna presentación, aunque podría haber novedades este lunes cuando el abogado de Moreira se presente a realizar una ampliación de la denuncia.
Historia del desamparo
Lidia viene luchando contra los efectos de las fumigaciones y las derivas a su vivienda desde hace ya un tiempo. Antes del episodio de principios de septiembre de este año lo padeció el 17 de julio de 2020 cuando la taparon de pesticidas al pulverizar el campo que gestiona Flores con viento en contra y a pesar que pidió que no lo hicieran.
Lo mismo ocurrió el 24 de marzo de 2020 desde otro terreno lindante, el que maneja el grupo Maiocco Cereales de Victoria. Los efluvios de agrotóxicos esa vez provinieron desde esta propiedad que pertenece a la sucesión de Herminia L. Méndez de Boterri y otros. Anteriormente, el 2 de diciembre de 2019, también rociaron de veneno la casa de Moreira desde este mismo lugar. Y mucho antes, en septiembre de 2018, desde el arriendo de Flores se la pulverizó “a menos de 5 metros”, contó, estando sentados en la puerta de su casa, Lidia, su pareja, su hijo, y su madre de 92 años que padece de mal de Parkinson. El “pecado” de Lidia es estar rodeada de vecinos que desaprensivamente usan agroquímicos.