La frustración de la fotografía y la ilusión humana - por Diego Larrosa
Es cierto que a una gran mayoría nos gustaría tener una imagen capturada con nuestros teléfonos o cámaras fotográficas de algún OVNI (Objeto Volador No Identificado) o comúnmente llamadas naves extraterrestres, completamente real y sin refutación alguna, o podríamos ir más lejos e imaginar un contacto directo con seres que no sean de nuestro planeta.
Pero esto está muy lejos de que suceda; los únicos seres inteligentes que existen somos nosotros, los humanos, hasta el momento.
Después del apagón de hace unas semanas en la ciudad, surgieron imágenes con objetos extraños en el cielo y muchos gualeyos se entusiasmaron con la idea de que estas imágenes extrañas fueran OVNI o, incluso sin explicación aparente, tiene en realidad una explicación innata. Lo cierto es que los objetos actuales que circulan por el cielo, son nada más y nada menos que tecnología creada por nosotros los humanos, en la mayoría de los casos satélites llamados Starlink, los cuales pertenecen a la empresa Spacex del multimillonario Elon Musk. Lo que él quiere lograr poniendo esta constelación de satélites en órbita terrestre es crear un servicio a bajo costo de internet para todo el mundo. Elon Musk propone (y ya empezó) a poner en órbita un total de 12.000 de estos satélites Starlink.
Los puntos del cielo nocturno no solamente son estrellas o satélites en movimiento, sino que también pueden ser planetas; comúnmente los planetas se detectan mejor, cuando se encuentran "al lado" de la Luna. En realidad no están al lado, sino que parece que así fuera por nuestra posición con respecto a la de ellos y su posición en cada una de sus órbitas.
Volviendo al tema OVNI, espero no herir la ilusión de los creyentes en dicho objeto; directamente NO existen. La NASA (EE.UU), como tantas otras agencias aeroespaciales a nivel mundial, tienen el cielo completamente observado y cada movimiento es detectado.
La historia del fenómeno OVNI empieza a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Percival Lowell (astrónomo) había publicado varias obras sobre el planeta Marte, en las que postulaba que las líneas oscuras divisadas por Giovanni Schiaparelli (astrónomo) en la superficie de dicho planeta constituían una red de canales creados por una civilización inteligente para traer agua desde los polos al Ecuador del planeta rojo. Pese a que las observaciones de Lowell se comprobaron erróneas, el público en general consideró la existencia de vida extraterrestre inteligente cercana a la Tierra, como un hecho aprobado científicamente, cuando en realidad esto no era así. La ficción a nivel cinematográfico también despierta un cierto interés en el público, en querer encontrar tales naves extraterrestres.¿Estamos solos como la única civilización en más de 13.800 millones de años luz a la redonda en este hostil y vasto universo? La respuesta es SÍ (temporalmente), si las fabricas de Dios (las estrellas) crearon nuestro sistema solar, en definitiva a nosotros, por qué no creer en que también hay alguien más. Los invito a que lean, la paradoja de Enrico Fermi (físico italiano), donde él propone una teoría sobre cuantas probables civilizaciones podrían existir en el universo.
Ahora pensemos en algo para ir finalizando: Compartimos un alto porcentaje genético con los chimpancés (98% para ser más exactos); ese 2% que nos diferencia de ellos hace que nosotros podamos construir ciudades enteras, componer música, pintar obras de arte, crear una variedad de idiomas, crear tecnologías, naves espaciales, investigar el cosmos, etc. Ahora bien, si hay una civilización, en donde ese 2% que nos diferencia a nosotros de los simios, sea 2% superior a nuestro genoma (ADN), ¿nos creerían seres inteligentes?
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