Gualeguay
"La mamá de la escuela": una historia para compartir
Dirección Departamental de Escuelas de Gualeguay compartió este sábado el relato de una mamá y su hijo aprendiendo a leer y escribir en un establecimiento rural
Con el título "Historias para compartir: la mamá de la escuela", la Dirección Departamental de Escuelas de Gualeguay invitó este sábado a descubrir el recorrido de alfabetización de una madre y su hijo, en un establecimiento escolar rural, destacando la importancia de aprender a leer y escribir para los dos alumnos.
"El nuevo tiempo de la presencialidad había comenzado, atrás quedaba la pandemia y se afianzaba la asistencia de los niños a las aulas. En la ruralidad la escena se repetía y el reencuentro se convertía en un momento único, cargado de alegría y emoción. Fue entonces que, en ese establecimiento educativo ubicado en medio de actividades agropecuarias, apareció Vero, 'la mamá de la escuela', como la llamaban las maestras", comienza la historia.
Posteriormente el texto indica que la "Vero" no tenía las herramientas necesarias para acompañar a su hijo en el trayecto educativo.
"Conocían que no estaba alfabetizada y que esta situación la limitaba muchísimo al momento de ayudar a su hijo Ramiro, como lo nombraremos en esta historia. También sabían, porque ella lo relataba casi a diario, que le resultaba muy difícil desenvolverse independientemente en su vida cotidiana. Siempre necesitaba ayuda, por ejemplo, para leer un mensaje, lo que la hacía sentirse incompleta, insegura, incapaz de acompañar a su hijo", señalaron.
El texto, que a los pocos minutos de publicado cosechó los primeros Me Gusta, prosiguió: "Ramiro asistía a la escuela y su discapacidad acarreaba algunos inconvenientes al momento de aprender, por lo que la docente decidió pedir ayuda a la mamá, que al tener un largo trayecto entre su casa y el edificio escolar optó por quedarse durante las clases. Ese fue el puntapié inicial para que Vero se acerque y se involucre en el aprendizaje".
El pedido de ayuda hacia la mamá también sirvió para contagiarle las ganas de aprender.
"Poco a poco su intervención en la sala se fue incrementando, a lo que se sumó su participación con gran interés en las distintas actividades. Sin dudarlo, la docente aprovechó este tiempo de entusiasmo y comenzó con Vero un trabajo lento, pero firme, hacia la alfabetización. Lo hizo con la convicción que las vivencias en ese lugar le habían dado: la escuela rural se convierte cada día en un hogar de aprendizajes compartidos".
Con una foto que muestra el acompañamiento de la mamá a su pequeño hijo, la historia finaliza: "Con la llegada del 2023, Vero, 'la mamá de la escuela' volvió al aula, pero esta vez más segura, más activa y mucho más entusiasmada. Las clases también comenzaban para ella. En sus manos un cuaderno y un lápiz desafiaban el tiempo y le daban la seguridad, ni más ni menos, de saber leer y escribir".