Los cambios en la forma de vida a partir de la pandemia...Consecuencias 1ª Entrega
La pandemia por SARS COV2 en forma inesperada generó cambios en nuestras vidas, muchos de los cuales llegaron para quedarse, entre ellos la forma de trabajar, tendiente a quedarse en la casa y a no salir, manteniendo el aislamiento y continuando con la producción necesaria.
Esta forma de desempeño fue capaz de generar sensaciones contradictorias. Inicialmente produjo un intenso estrés como consecuencia de hablarle a una pantalla sin tener la habitual respuesta de la gestualidad, como parte de la comunicación no verbal. Una vez superada esta etapa, comenzó la aparición de las sensaciones favorables, con hasta una sobreestimación de sus potencialidades y, como conclusión, la seguridad de no querer volver al trabajo presencial.
El poder evitar los desplazamientos, ahorro de tiempo y disminución del gasto, era algo que se apreciaba rápidamente. La adaptación positiva a esta forma de trabajo virtual, por otro lado, fue capaz de producir largas jornadas laborales sin tener una clara conciencia de ello. Entre las distorsiones iniciales se hallan la pérdida del respeto por los descansos necesarios y el no cumplimiento de los horarios. A esta percepción se fue sumando la evidencia de inactividad física, la ausencia de desplazamientos que, si no eran contrarrestados por ejercicios voluntarios, creativamente diagramados, empezaron a expresarse en aumentos del peso corporal. Entre otros motivos, la mayor disponibilidad de alimentos, el encierro, estrés y a veces el aburrimiento, se sumaron como determinantes de la mayor ingesta.
Estos frecuentes excesos en el uso de la virtualidad pueden ser causa de lo que hoy se ha comenzado a describir con el nombre de "fatiga por zoom". Esta denominación hace referencia a una de las plataformas más conocidas, como es la de zoom.
Como ocurre en las situaciones en las que se quiere comenzar con la prevención, lo primero que se debe lograr es la difusión para tomar conciencia de la existencia de aquello que se desea comenzar a evitar. Por suerte, una de las características de la época, es el comienzo de rápidas investigaciones que aportan las evidencias suficientes para evitar posturas extremas: "no todo es tan malo ni todo tan bueno". Será la racionalidad del pensamiento crítico la que ayude a ver cuál debe ser el mejor manejo de las video conferencias o video llamadas para evitar o disminuir la fatiga por zoom; finalmente el manejo costo-efectivo se verá, como resultado de la comprensión del conocimiento y el cumplimiento de los límites saludables.
Una vez descripta esta realidad, estaremos en condiciones de compartir el resultado de las investigaciones pertinentes, y será a partir de la aplicación de dichas conclusiones, que se obtengan buenos resultados. Sería muy bueno que quienes se niegan a esta adaptación, se animen a comenzar el cambio y quienes se adaptaron, encuentren los límites.
Dr. Bernardo "Cacho" Gandini