"Mi amigo el TDAH"
Para alegría de mamá y papá llegué yo. Tranqui, con algunas dificultades y con un poco de peso de más.
No tenía muchas ganas de despertarme enseguida, así que la doc. debió darme un poquito de oxígeno para que abriera mis ojos, grandotes. Así arrancamos ¡que fiaca llegar a un mundo tan estructurado! y yo así, sin ganas.
Empecé a caminar casi a mis tres años, me costó dejar el pañal y ni les cuento de hablar, me costó mucho más que lo que el resto considera normal. Me apegaba a cosas, muchas cosas, y no dejaba de llorar sino las encontraba. Y entonces empieza mi viaje, largo y bello viaje, al menos para mí. Como a los casi cuatro años ya la cosa pasaba de claro a oscuro, entonces empezó el tema de encajar, encajar como un juego de encastre. Porque yo no era igual que el resto, o el resto no se quería parecer a mi. Y ahí fue cuando se lo presentaron a mamá y a papá, a mi amigo inseparable el TDAH (Trastorno por Déficit Atencional e Hiperactividad). Las cosas se pusieron difíciles, papá se mudó al cielo y quedó ahí mamá (la Pao) pero bueno, había ganado un amigo, fiel, perfecto para mi, para compartir mi vida.
El TDAH es ese loco que me acompaña diariamente y al que no tengo ganas de abandonar, fiel compañero y eterno amigo en mis aventuras. Mi amigo y yo, sin ser fácil, nos manejamos en lo diario. Así fuimos al jardín y arrancamos el primer grado, ufff ¡que difícil para la escuela incorporarnos! nosotros los que no encajamos, los que somos dos. Dos en todo, en los juegos, en la no atención, en el banco y con la seño. Ese será otro capítulo.
El deporte y nosotros . Nosotros los inseparables, a los que todas las profesionales que forman parte de nuestro equipo terapéutico nos recomiendan esos deportes con disciplina, amamos el fútbol. Nada más lindo que correr detrás de una pelota, la más linda adrenalina, porque además nos gusta mirar el fútbol, llorar abrazados a la camiseta de argentina cuando con la Copa América pasamos a penales, ser hincha de River y simpatizante de Gimnasia Esgrima de La Plata. Ver cualquier partido de fútbol para aprender tácticas, estrategias y jueguitos, porque no siempre lo recomendable es lo que necesitamos.
Así es nuestra amistad con TDAH (tenemos muchas más cosas para contar), pero esto viene porque el 13 de julio fue el día mundial del TDAH y porque el autor del gol que nos dio el campeonato me identifica.
Francisco Monsalvo y TDAH