Murió Darío Alessandro, extitular del bloque de Diputados del Frepaso y la Alianza
Los restos del exlegislador y diplomático serán velados este jueves, en horas del mediodía, en un cementerio de la provincia de Buenos Aires. El exlegislador y diplomático Darío Alessandro, quien fuera presidente del bloque de Diputados del Frepaso y de la Alianza pero también funcionario de la Cancillería y embajador en Cuba y Perú durante el kirchnerismo, murió este miércoles en las primeras horas de la mañana, a los 69 años, en el post-operatorio de una cirugía por un cáncer.
Sociólogo de formación, hijo de un histórico del peronismo que también se llamaba Darío y que había sido parte del núcleo intelectual Forja, Alessandro fue uno de los fundadores de la revista Vísperas que se publicaba antes del fin de la dictadura y luego integró el grupo editor de la revista Unidos, dirigida por Carlos "Chacho" Álvarez.
Fue diputado nacional durante dos períodos legislativos, entre 1995-1999 y 1999-2003, y en ese lapso se desempeñó primero como jefe del bloque del Frepaso y luego, tras la conformación de la Alianza con la UCR, al frente de la bancada unificada de la coalición.
Alessandro había conocido la actividad parlamentaria en los inicios del menemismo, como secretario legislativo del bloque del Grupo de los 8.
Ese espacio político, que luego derivó en la creación del Frente Grande, estaba conformado por los diputados que rompieron con el justicialismo, por entonces conducido por Carlos Menem, al plantear su desacuerdo con las privatizaciones, el desmantelamiento del aparato productivo, los indultos y tras denunciar hechos de corrupción.
Uno de los 8 diputados, entre los que sobresalían Germán Abdala, Luis Brunati y el propio "Chacho" Álvarez, era justamente el padre de Alessandro.
Entre 1999 y diciembre de 2001, el deterioro y finalmente el colapso de la convertibilidad atravesaron toda la labor parlamentaria de Alessandro en un escenario complejo que, como reconocen quienes lo trataron a lo largo de los años, fue "muy difícil" y "muy desgastante" en términos personales.
"Darío era un diputado muy trabajador, un gran militante, un tipo muy comprometido y apasionado con las causas que elegía, y además fue un muy buen parlamentario", recordó en diálogo con Télam José Vitar, exdiputado y actual titular del Frente Grande en su provincia, para quien a Alessandro "le tocó protagonizar en un momento muy difícil", por la caída del gobierno de Fernando de la Rúa y la crisis social de 2001/2002.
Aquellas jornadas imprevisibles, con movilizaciones, asambleas en las plazas, discurso anti-político y represión con heridos y muertos en muchos puntos del país encontraron a Alessandro al frente de la bancada de la Alianza, un rol que para algunos testigos del momento enfrentó con "sacrificio cívico".
En una de esas noches de diciembre de 2001, en la que los manifestantes ingresaron al Congreso tras forzar varias puertas, el propio Alessandro decidió permanecer dentro de las instalaciones de la Cámara de Diputados con la intención de evitar -con su presencia en el lugar de los incidentes- un episodio de mayor violencia o represión.
Su esposa, la escritora Marta Cichero, al subrayar una impronta de su trayectoria política, lo definió como una persona que en general "trataba de aunar posiciones, que siempre fue más de la concordia que de la confrontación".
Alessandro compartió muchos años de militancia con "Chacho" Álvarez, desde principios de los años '70 hasta la llegada de la Alianza al gobierno en 1999, aunque luego se distanciaron. Consultado por Télam, el exvicepresidente y fundador del Frepaso dijo que el exdiplomático y exlegislador fallecido en las primeras horas de este miércoles fue "desde siempre" un "gran amigo y compañero".
"Lo quise siempre a su padre como al mío, y en los momentos más duros, Darío padre y Darío hijo fueron, para mí, personas fundamentales en mi militancia desde los años '70", contó Álvarez a esta agencia.
Tras la llegada al gobierno de Néstor Kirchner, Alessandro fue convocado por el entonces canciller Rafael Bielsa para desempeñarse como subsecretario de Política Latinoamericana, designación que coincidió, en palabras del tucumano Vitar, "con la edad de oro de la integración sudamericana".
Luego fue nombrado embajador en Cuba y, ya con Cristina Fernández en el Gobierno, embajador en Perú.