Cultura
Niño Pez: canciones como cuentos
Otro artista del selecto grupo de los que miran para adentro. Otro joven que tiene nuevas cosas para decir. En esta columna dialogamos con Lautaro Marín Miguez, de aquí en más, Niño Pez. por Santiago Joaquín García
Podríamos empezar por el camino fácil y decir que lleva en los genes la curiosidad por nuestros orígenes. Sin embargo, los árboles genealógicos tan preciados en nuestro pueblo, la mayoría de las veces no alcanzan para explicar los fenómenos. Vayamos a la infancia y los primeros contactos con la música. “La verdad que escuchaba lo que escuchaban mis padres. Por intermedio de mi madre conocí a Elvis Presley, los Bee Gees. Mi papá escuchaba mucho a Calamaro, Los Redondos. Después por Santiago, el novio de mi mamá, descubrí el hard rock: AC DC, Guns N’ Roses. Y en el medio, estando en la Escuela de Música fui conectando mucho con el folclore, particularmente del litoral, la obra de gente como Horacio Castillo, Quiques Sinesi y Juan Falú”, enumera. A esto se suma una irrupción que transformó nuestra cultura: “Recuerdo la llegada de Internet a casa, como cualquier niño de mi generación bajaba cosas por Ares. Creo que soy de una generación que todavía estuvo mediada mucho por sus padres a la hora de conocer la música. Llegué un poco tarde a toda la movida del reggaetón, del trap. Me gustaban mucho los videoclips. Me acuerdo mucho los de Michael Jackson, con todas sus historias que eran también como una película. Después todo el rock de los ochenta, de la vuelta de la democracia. Charly, Fito y Spinetta, que para mí son los próceres máximos de la música. Si pienso en la banda sonora de mi vida son los primeros que van a aparecer”.
Amigarse con la guitarra
La formación musical de Niño Pez es sinuosa como el Gualeguay: “Desde chico quería aprender a tocar la guitarra, siempre me incentivaron todo lo artístico, estoy interesado en la cultura, la literatura, la música, las artes visuales. Y con la guitarra tengo una historia un poco conflictiva porque fui a un montón de profes en diferentes momentos de mi vida. Se ve que había algo del joven Lautaro que no lidiaba con la frustración. Tengo también mi tío que toca la guitarra y tenía muchos libritos de cancioneros. El Pato Alzúa fue mi primer profe. Iba a los cinco a su casa y le tengo un cariño especial. Era muy gracioso porque se ve que me iba por las ramas, según él tenía mucha imaginación y a veces me distraía. Entonces la clase de guitarra terminaba transformándose. Era como ir a jugar. Terminábamos haciendo dibujos, habíamos hecho una historia que transcurría en un castillo y la habíamos ilustrado. Y él se copaba en todo y a la vez me mostraba música. En teoría habíamos empezado a hacer un sistema de cifrado musical con colores. Un delirio de él y mío que absorbí eso. Después sí empecé a ir a la EMMIM. Hice dos años de licenciatura en guitarra, después me fui a Buenos Aires a estudiar y seguí tomando clases de guitarra. Y en algún momento me animé a cantar, que era algo que en general siempre con la música tuve un poco bloqueado. Me daba vergüenza tocar con gente, sentía que no era suficiente, que siempre me faltaba un poco más. Ahora con este proyecto de Niño es como que pude desbloquear cosas que tenía, que me interesaba compartir”.
Otra vertiente
Sin embargo, el joven Lautaro no fue a estudiar música a Buenos Aires: “Lo que fui a estudiar fue licenciatura en letras en la UBA. Hasta que no pude terminar esa carrera tampoco me pude largar con la música. Era una carrera que me llevaba mucha energía, mucho tiempo. La terminé en tiempo y forma, y hoy por hoy estoy agradecido de haber estudiado esa carrera”, cuenta. Entre sus lecturas predilectas están las y los autores que convirtieron a Gualeguay en la Capital de la Cultura de Entre Ríos: “La verdad que a mí personalmente lo que ha sucedido en Gualeguay me parece un milagro inexplicable. Hay unos escritores únicos que han hecho algo que quizás no tiene comparación. Para haber venido de un pueblo como Gualeguay, que ni siquiera era una capital de provincia, una ciudad universitaria, hicieron algo increíble. Una propuesta vanguardista, innovadora, a la altura de cualquier movimiento de otro lugar del mundo. Estaban muy informados, muy leídos, estuvieron marcados por la revolución soviética, por la guerra civil española, hicieron de su vida una búsqueda estética con muchas de las preguntas que yo a veces me hago”. Niño Pez nace de toda esa fusión: “Lo que yo me planteé con mi proyecto musical es un poco retomar esas influencias de un chico de Gualeguay que va a la Escuela de Música, que estudia obras de compositores litoraleños, que lee a Juanele, que lee a Emma Barrandeguy, y que se alimenta de toda esa poética que de alguna manera es un universo. Y mezclar eso también con la experiencia de un chico que ya vive hace ocho años en Buenos Aires, una ciudad con otra impronta. Un chico indie de Gualeguay, algo así”.
Composición
Las canciones aparecieron en forma natural de toda esta combinación: “Tenía un montón de amigos músicos, los iba a ver y hacían un montón de cosas que me encantaban. Al mismo tiempo, tenía canciones propias que, de a poquito, empecé a animarme a mostrarlas. No tenía quizás la técnica para tocar las canciones que me gustaban, pero me colgaba armando ideas, acordes, me grababa. Y de a poco fui mostrando algunas canciones. La gran mayoría de este proyecto son canciones que tienen cinco o seis años, incluso un poco más, y que han ido germinando a lo largo del tiempo. Las he ido puliendo. Algunas estuvieron te diría un poco inconclusas hasta que empecé a mostrarlas”, recuerda. Las letras tienen la impronta de su formación académica y sus lecturas: “Muchas de mis canciones, la gran mayoría, están influenciadas por la literatura indirectamente. Es algo que me di cuenta a la distancia. Con cada una de las canciones hay frases, hay juegos, así como pequeñas referencias o cosas, que yo me di cuenta que las saqué y te puedo decir de tal o cual autor. Particularmente, con el libro de Bonnie y Clyde. A mí me habían regalado un libro de cartas que ellos se mandaban. Eran unos locos bárbaros, unos locos lindos, que asaltaban bancos y se mandaban cartas de amor”, sonríe. Lo mismo sucede con Las aventuras de Niño Pez: “No me quiero poner a explicar mi propia obra porque que cada uno saca su interpretación, pero es una canción de la que estoy muy orgulloso, muy contento. Metí cosas de la música desde el folclore de acá, hasta el folk, porque tiene algo muy de canción folk. También la historia de un personaje heroico, tipo Buffalo Bill. Y después cosas que también estudié un poco en la facultad como El Martín Fierro, toda la tradición de la gauchesca. Cosas de la ciencia ficción, de las pelis que uno ve y con las que crece. Y un dato al margen de un tipo excepcional que es Ramón Ayala. Es un autor que me fascina. Y cuando hice el recitado pensaba que
suene como Ramón Ayala”, cuenta. Lo leemos:
Las aventuras de Niño Pez (extracto)
(...)
Niño como otros no es:
Tiene escamas y ojos de pez.
Héroe de
Peculiar
Condición.
Niño siempre sabe escapar.
El gobierno lo busca sin cesar.
No lo puede atrapar
Porque él es…
El mejor.
Vengador del Paraná
Andarás hasta el sol
De un otoño marchito tal vez.
Y serás la ilusión
De los hombres que no podrán ser.
Proyecto y fechas
Hace poco se cumplió un año de la publicación del primer video de Niño Pez, realizado por Mariano Beresiartu: En un momento dije, bueno, todas estas canciones que tengo las quiero dar a conocer”. Y desde ahí no paró. A partir de la canción que mostramos más arriba nació su nombre artístico (“el personaje me tomó”, cuenta) y de esa forma se lo puede encontrar en las redes y plataformas musicales. En este momento se encuentra embarcado en varios proyectos. Al cierre de esta edición se presenta con Mathias Montoya en Liebre de Marzo (Pez en el Desierto). Luego, prepara una serie de eventos diversos:
- En diciembre salen las últimas dos Pez Sessions (realizadas con Mariano Beresiartu y Valentin Galligo) y la idea es presentarlas al comienzo del año que viene bajo la forma de EP.
- "No es un Río": Gira junto a Valentin Cosso. La idea es presentarnos en diferentes ciudades de la región con un repertorio enfocado en canciones del río. El viernes 3/11 ya tocamos en Viva Jauja, Rosario, y el sábado 4/11 en la Agrupación Cultural Victoria ("La Cultu"). Continúa el año que viene en Buenos Aires y Paraná.
- Presentó este miércoles el cuento ilustrado "El Gualeyán": Publicado por la editorial Hora Mágica en el marco de una colección de fanzines, en Multiespacio Pasco (CABA) a las 20hs.
Niño Pez, tanto en la música como en la literatura, es un artista que tiene mucho para decir.