Cultura Emprendedora
Nuestros clientes, nuestros fans.
Nos decidimos a arrancar un negocio. Ya alquilamos el local o galpón, ya compramos las maquinas, compramos algo de materia prima y negociamos con algunos proveedores los plazos de cancelación de los primeros insumos. Tenemos el mobiliario, seleccionamos adecuadamente el personal, la manera en que se van a resolver las distintas contingencias, los circuitos administrativos, tenemos todo bajo control, solo hay que abrir las puertas y esperar al primer cliente. ¿Y la marca? ¿Y el logo? ¿Y la comunicación? ¿Y las redes sociales? ¿Y la estrategia de venta?
No, para eso no hay plata ahora. Primero necesitamos producir, hacer clientes, hacer unos mangos, laburar y vender mucho y el día de mañana vemos si "gastamos" en publicidad. Ahora no podemos "gastar" en eso. ¿Pero como se van a enterar tus clientes de las cualidades de tu producto y de por qué es mejor que el que vende la competencia? ¿Por qué razón esa repisa va a atraer más clientes a tu local que un diseño de un logotipo y un buen plan de comunicación?La idea de considerar a la inversión en intangibles que impulsen nuestros negocios como un gasto está muy arraigada en muchos emprendedores locales, pero es una de las fallas más comunes de muchos modelos de negocios. La comunicación con nuestro segmento objetivo, aquel grupo de personas que queremos conquistar y a los cuales queremos vender nuestros productos tiene que ser una iniciativa nuestra como emprendedores y debemos ser los primeros interesados en que la información de los beneficios de nuestro producto llegue de la manera más inequívoca a los mismos.La inversión en un plan de comunicación, es decir, todo aquello que comunique a nuestro cliente objetivo quienes somos nosotros, que vendemos, que características y porque pensamos que deben comprar nuestros productos, debería ser de las primeras inversiones al planificar un nuevo negocio.Esa comunicación puede iniciarse con un logotipo que refleje de la mejor manera nuestro negocio, desde el diseño hasta los colores. Luego con una frase que acompañe al mismo y que defina nuestra visión y misión de la manera más certera posible. A partir de ahí pueden armarse campañas en medios de comunicación y redes sociales como para instalar esas imágenes y esa frase en la mente de nuestros clientes objetivo. Algo que funcione como un disparador que les haga pensar "¡eso es lo que necesito!" y al mismo tiempo le tome mucho menos tiempo la decisión de que producto adquirir.Porque en definitiva, el nombre, los colores y el slogan, es decir, la construcción de una imagen de marca es para eso, para ahorrar tiempo en el proceso decisorio. Para lograr imprimir en el cerebro de nuestros clientes que somos la mejor alternativa para satisfacer su necesidad. Conquistar su corazón es el paso siguiente y eso se logra en las redes sociales.La inversión en imagen de marca tal vez es la más importante a la hora de emprender, sobre todo si queremos conquistar un mercado con muchos competidores, volcar una decisión racional a nuestro favor y por último, lograr que nuestros clientes sean nuestros fans.ImpulsarteGualeguay - E. Ríos.
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