Recuerdo del mítico comercio gualeyo.
Salvador Ciancio: “En Casa Bisso se hacían 800 operaciones de ventas diarias”
Salvador Ciancio, de 85 años, fue uno de los ex empleados de la mítica “Casa Bisso”, que fue fundada en 1888 por el inmigrante italiano, oriundo de Génova, Don Tomás Bisso. El comercio permaneció vigente comercialmente hasta 1993. Era un emporio tradicional de la ciudad, que ofrecía, entre otras cosas: artículos de bazar, electricidad, ferretería, regalería, librería, muebles, materiales para la construcción, arados, carretillas, tractores.
Y don Salvador, durante 35 años, cumplió la función de cajero, en la cual recibía la recaudación de las ventas del día y era quien registraba esas operaciones. En la entrevista, nos cuenta algunos detalles día a día en el trabajo en esa época donde el tradicional comercio recibía numerosos clientes de la ciudad y de distintos puntos de las zonas rurales. "Cassa Bisso" estaba ubicada en zona céntrica de la ciudad y ocupaba prácticamente una manzana de extensión: Ayacucho, Palacios, Federación y Segundo Gianello.
¿Qué era “Casa Bisso”?
Salvador Ciancio: “Casa Bisso” en su momento era como lo que en la actualidad es un supermercado. Es decir, teníamos de todo, desde un tornillo hasta un tractor; además se realizaba acopio de cereales en el galpón que estaba ubicado cerca del ferrocarril. Originalmente Casa Bisso hacía entrega de comestibles y bebida, pero después se fue transformando en un comercio de rubros generales. Se ofrecían productos de ferretería, electricidad, cerámica, librería. En el sector de Raúl Viviani había tractores, repuestos, materiales y después teníamos un sinfín de cosas: porcelana verbano, tsuji eran algunos de los productos de Casa Bisso. Lógicamente que también se ofrecían materiales para la construcción.
Me acuerdo Pablo Piaggio en el sector de electricidad y él luego se inició en el emprendimiento “Piaggio Hermanos”.
Tal vez hago mal en recordarlo, pero José Bogdan, prácticamente, se inició en su emprendimiento de transportes con nosotros porque él traía camiones completos con productos para “Casa Bisso” y fue así que fue uno de los principales que nos ayudaba a traer la mercadería.
¿Qué significaba este emporio para Gualeguay?
Salvador Ciancio: Muchos de los clientes provenían del campo. En Gualeguay, “Casa Bisso”, era el lugar ideal de compra. Recuerdo que se hacían 800 operaciones de ventas diarias. Se hacían colas para comprar, pagar y retirar la mercadería de empaque.
¿Cuál era su función en la empresa?
Salvador Ciancio: Yo empecé a trabajar como cajero. Terminé de realizar el servicio militar, a los 20 años, y cuando arribo a la empresa la función de cajero la realizaba Julio Chevasco, pero él se fue y creó su emprendimiento “Chena”. Entonces, ocupé ese puesto desde ese momento y mantuve durante 35. Había dos cajas, una a cargo Oscar Meo, en la parte de repuestos y la otra caja, a cargo de Nélida Fernández (Nélida Baucero fue una de las primeras que yo conocí). Y recibía la recaudación de ambas cajas para luego registrarlas. Había un contador en “Casa Bisso” pero se retiró y yo cumplía esa función. Yo tenía que hacer todos los cheques, que Bisso firmaba, para que abonarles a los proveedores.
¿Quiénes eran los dueños de la empresa?
Salvador Ciancio: El equipo directivo que conocí en ese momento estaba integrado por Carnevale, Plazaola, Andrés Solari, Augusto Bisso y Osvaldo Bisso. Esos eran los integrantes de la sociedad. Dependían de “Bisso Hermanos” que uno era Salvador.
¿Cuántos empleados conformaban el equipo de trabajo?
Salvador Ciancio: Originalmente éramos 45 empleados, después, con el correr del tiempo, el número y por las necesidades de la empresa, llegamos a ser 28 ó 27. Cuando hacía los recibos de sueldo para los aguinaldos, que se realizaban a mano, tenía que preparar 90 recibos y eso me demandaba mucho tiempo. Después con el tiempo esa tarea se hacía por computadora.
¿En qué horarios se atendía al público?
Salvador Ciancio: Originalmente se trabajaba cortado: cuatro horas por la mañana y cuatro o cinco por la tarde. Sin embargo, en una época se trabajó en horario corrido por unos meses, porque Empleados de Comercio quería trabajar de esa manera. Entonces, por un tiempo se trabajó de eso desde la mañana hasta las 3 o 4 de la tarde.
¿A qué se debió el cierre de “Casa Bisso”?
Salvador Ciancio: Tal como ocurre ahora, más o menos, en su época hubo conflictos nacionales como el “Rodrigazo”, que fueron afectando negativamente a la empresa y supongo que buscan recuperarse a través de créditos hipotecarios. Y esta situación fue generando desgaste y ajustes en la empresa y luego no se pudo sostener.
¿Qué significó para usted trabajar en “Casa Bisso”?
Salvador Ciancio: “Casa Bisso” me permitió vivir bien y, a la vez, conocer mucha gente. Te imaginás realizar 800 operaciones diarias, eso significaba encontrarte con una gran cantidad de personas con las cuales se charlaba bastante. En cada sector había tres o cuatro vendedores, entonces, había que moverse por todos lados, pero todo era muy lindo. Pasamos muy lindos momentos, había mucho compañerismo. Éramos mucha gente, pero muy unidos. Yo siempre le decía a Augusto Bisso, por la venta que hacía: “usted tiene un personal muy bueno”. Él aceptaba eso y a nosotros nos daba mucha charla en un momento y reconocía a la gente que estaba a su cargo. Además, Osvaldo Bisso era una persona muy querida también y muy sociable.
Recuerdo con mucho cariño a todos mis compañeros porque la verdad que éramos muy unidos y hacíamos reuniones sociales con frecuencia. Actualmente me estoy frecuentando con Teresa Ponce, que era una de las vendedoras del sector de librería. Ella es de mi edad; yo tengo 85 años. Hemos formado un grupo entonces y nos encontramos más seguido. Después los otros compañeros, los recuerdo a todos, aunque ahora no los veo muy seguido.
¿Qué palabras quiere expresar para el cierre de esta entrevista?
Salvador Ciancio: Muchas gracias y deseo suerte para el diario porque se la merecen. Es una institución que en Gualeguay cumple una función muy importante. Recuerdo a (Alberto) Lagrenade, quien era una persona que trabajó mucho conmigo cuando me desempeñaba en Empleados de Comercio y manteníamos extensas charlas.