La Policía de Entre Ríos a través de la Jefatura Departamental Gualeguay informa a la comunidad que una triste realidad sigue golpeando la seguridad vial del ámbito urbano, no siendo precisamente por la falta de controles y medidas preventivas de las instituciones que tienen competencia en esta problemática, sino porque gran parte de este flagelo, que no es solo genuino de esta ciudad, se debe a la constante falta de conciencia vial en gran parte de los ciudadanos que no saben utilizar la vía pública al momento de transitar con sus rodados, especialmente los moto vehículos, ya que amén de no respetar las reglas básicas del tránsito -hasta en algunos casos hasta la propia autoridad de aplicación-, tampoco lo hacen con las disposiciones legales vigentes establecidas por la Ley Nacional de Tránsito 24.449 y sus modificatorias, al trasladarse sin las coberturas de seguros, documentación del rodado, ni hablar del uso del casco protector.-
Toda esta introducción que no es reiterativa en cada una de las crónicas policiales, se reflejan con la sola finalidad de encausar esta situación que a diario se plantea como una cuestión sin que se vislumbre una solución viable a corto plazo, si es que no es colabora desde la propia ciudadanía, es por tal razón que las intervenciones policiales en siniestros viales, lamentablemente no causan sorpresa a la hora de acudir a las diferentes colisiones donde surge la inevitable consecuencia de producirse lesiones de consideración entre los actores del choque.-En esta oportunidad, el primer suceso de la jornada se registró cercano a la media noche -23 hs- en la intersección de calles Maipú y Salta, donde por causas que se tratan de establecer colisionan dos motocicletas, una de ellas una marca Jian Sheng, de 125 cc, modelo 17B, en la que se conducían Alberto (20), junto a su novia Aldana (20), los cuales venían circulando por Maipú y al llegar a la intersección con Salta, son colisionados por otra moto que venía por esta segunda arteria, la cual a pesar del fuerte impacto, demostrando total desprecio por la vida del prójimo, huyó cobardemente de la escena del impacto, dejando en el lugar a esta joven pareja, sin importarle las condiciones humanas en las que se encontraban.A raíz de los fuertes golpes sufridos Aldana debió ser trasladada de inmediato al Hospital San Antonio, donde le brindaron la asistencia profesional necesaria, para luego de los exámenes médicos de rigor se pudo comprobar que la joven afortunadamente se encontraba en buen estado en líneas generales, ya tenía un fuerte golpe en la zona craneal, que le produjera un hematoma frontal bilateral parieto occipital derecho, que la tuvo algunas horas en observación para descartar algún signo de gravedad.La segunda contingencia acaeció ya en horas de la mañana, también personal del Comando Radioeléctrico fue comisionado de urgencia, esta vez la fatídica esquina era la de Pellegrini y Halket, donde por causas que son materia de estudio por parte del perito Criminalístico, en circunstancias que un menor (17) conducía su moto marca Brava de 110 cc, acompañado por otro amigo menor de edad, al llegar a la intersección con Halket, colisionan con un vehículo Renault Clío, el cual era conducido por Rita (63), quien lo hacía con la totalidad de su documentación en regla mientras que los motoristas circulaban sin casco y sin ninguna documentación al momento del siniestro, lo que demuestra una vez más el racionamiento lógico narrado precedentemente.Producto de la colisión los dos adolescentes fueron de inmediato trasladados por el servicio de emergencia al nosocomio local, donde debieron ser inspeccionados íntegramente por sus condiciones humanas existentes, donde como consecuencia de estos estudios radiográficos se determino que el menor de 17 años, presentaba una fractura expuesta de tibia derecha, además de múltiples heridas cortantes y politraumatismos en la cara; mientras que su acompañante sufrió fractura de fémur derecho, lesiones que fueron calificadas como graves, según lo establece el Código Penal Argentino en su art. 90, ya que demandaría un tiempo de curación mayor a los 30 días, quedando los mismos internados bajo el estado de supervisación necesaria para controlar cualquier tipo de complicaciones a las heridas sufridas.-