Gualeguaychú
Causa Tahiel: Macarena Ortiz no fue indagada y fue hospitalizada
La jornada de ayer marcó algunas novedades respecto a la causa iniciada por la muerte del pequeño Tahiel, el niño de 2 años y 7 meses residente en el barrio La Cuchilla que en la mañana del lunes fue ingresado ya sin vida en la Guardia del Hospital “Centenario”, con signos evidentes de que había sido objeto de actos de extrema violencia.
El martes, luego de conocida la muerte de Alfredo Sebastián Ferreyra, el hombre de 38 años padrastro del nene, las autoridades judiciales que entienden en la causa iniciada se vieron obligadas a replantear algunos aspectos de la investigación.
Es que Ferreyra junto a su pareja Ayelén Macarena Ortiz, de 25 años y madre del nene, se convertían en los principales imputados en lo que se constituía como un “homicidio calificado con agravantes”, y todo estaba dispuesto para que ambos fueran indagados en ese marco.
Pero la muerte del hombre, que se quitó la vida en el mediodía del martes ahorcándose en la celda en la que estaba recluido en la Jefatura, cambió la disposición de indagarlos a él y a Ortiz, quedando la mujer como única imputada en primera instancia ya que el fallecimiento de Ferreira no cambia el estado de la causa, puesto que se sospecha de una coautoría.
Lo cierto es que la posibilidad de indagar a la mujer el mismo martes o ayer miércoles por la mañana quedó desestimada debido al estado emocional sumamente alterado de la mujer, que obligó a que fuera analizada en el Hospital “Centenario” y, aunque luego fue nuevamente trasladada a la Comisaría del Menor y la Mujer, desde esta dependencia policial tuvo que ser nuevamente derivada al nosocomio y finalmente internada en una dependencia del nuevo Hospital “Bicentenario”, ya que el propósito de hacerlo directamente en Salud Mental fue desechado, para evitar que tuviera contacto con otras pacientes de ese sector, lo que podría generar problemas aún mayores.
Al respecto, el fiscal lleva adelante el caso, doctor Mauricio Guerrero, señaló que aunque los informes médicos afirmaban que estaba lúcida y bien ubicada en tiempo y espacio “la veían lábil, con ideas suicidas y la situación iba empeorando con el correr de las horas. Además, teniendo en cuenta lo sucedido con su pareja, se le pidió al psiquiatra de tribunales que vaya a verla y determinó que es peligrosa para sí, y tiene idea de atentar contra su vida”.
Es necesario en estos casos que la persona debe tener el pleno conocimiento de la imputación de que es objeto, lo que por el momento de ninguna forma sucede con la mujer. De allí que el juez de Garantías actuante concediera la postergación de la audiencia indagatoria.
La defensa de Ortíz había solicitado que la misma fuera liberada en consideración a su estado de salud, pero tal posibilidad fue desechada de plano y se dispuso que quede detenida con custodia policial en el lugar donde aconsejen el psiquiatra forense y el médico forense, para que reciba la atención requerida, en este caso en el “Bicentenario”.
“Al margen de la gravedad de lo ocurrido, hay que respetar el derecho de defensa de todo imputado y que los actos procesales se realicen correctamente”, se señaló.
La autopsia del nene
En relación con la intervención forense dispuesta por la Justicia al cuerpo del pequeño Tahiel, el fiscal Mauricio Guerrero indicó a R2820 que “el informe preliminar de la autopsia confirmó la teoría de que no fue un accidente sino que alguien voluntariamente le produjo los golpes. “La criatura tenía golpes sobre todo en la zona de la cabeza. Continuarán los estudios pero estamos hablando de una muerte violenta, no accidental ni de una enfermedad” explicó.
Para Guerrero “las lesiones son de distinta data”. Se comprobaron lesiones recientes que habrían sido la principal causa de la muerte, y a su vez tiene lesiones de antigua data. “Y hay que confirmar si tiene lesiones propias de un maltrato”.
Tal como adelantáramos en la edición de ayer, el niñito estaba en un estado muy descompensado, con signos de desnutrición, deshidratación, quemaduras, infecciones (sarna) propias de carencia de higiene corporal, etc. “Tenía otro tipo de lesiones efectuadas con algún objeto que hay que confirmarlas. Esto es indicativo de un maltrato” añadió el fiscal.
Guerrero manifestó que desde la UFI no se le pidió formalmente información al Copnaf. “Ellos manifestaron que no tenía intervención respecto del grupo específico de la señora Macarena Ortíz. Sí conocían al señor Ferreira y a los hijos de Ferreyra” dijo.
El fiscal agregó que se efectuaron muchas medidas de prueba en el lugar del hecho. “Hicimos cotejos en las paredes, en el piso y demás. La escena para nosotros fue cambiada porque está todo muy ordenado”, explicó.Fuente:elargentino