Larroque
El 7° festival de Teatro de Larroque, una buena muestra de liderazgo cultural
El aval de mis impresiones reflexivas, está sostenido por la asistencia a tres ediciones consecutivas, con participación plena, habiendo visto todas las representaciones; esto me permitió descubrir rápidamente la coherencia en todos los aspectos; desde el punto de vista histórico la figura del Padre Paoli está siempre presente en el recuerdo; una de las salas lleva su nombre; participan sus actores y actrices en la ceremonia, de ese gran semillero que generó esta figura preclara en la vocación teatral y en la docencia; sin lugar a dudas debe haber sembrado el germen de la convocatoria de público, algo tan difícil en muchos lugares.
También es de destacar la permanencia de Nazareno Molina, a pesar de los cambios, quien ha podido volcar su experiencia progresivamente, dentro del concepto de mantener lo que funciona de gestiones; la coordinación con las autoridades municipales y el grupo de colaboradores, siempre evidenciando el amor por el festival en todas las acciones, es parte del éxito. Es digno de reconocer, el mantenimiento de la “Salida a la Gorra”, a pesar de los vaivenes económicos y los cambios de modalidades en el manejo de la cultura; las recaudaciones, son distribuidas equitativamente entre los grupos asistentes. Desde el punto de vista de la expresión artística y su difusión, se ha transformado en una muy buena vidriera del quehacer teatral, para los entrerrianos locales y de los alrededores, dada la dificultad en el costo de los desplazamientos a los grandes centros. Además del crecimiento del público, que tiene su protagonismo en elegir y premiar según su criterio de apreciación; el beneficio para directores/as, actores y actrices, técnicos y dramaturgos/as, es un aporte de indudable valor; los aprendizajes de los teatreros, seguramente se verán reflejados en próximas producciones, ya que la motivación creativa crece con estos estímulos y propuestas de solución a problemas frecuentes. Respecto del programa, la experiencia fue muy intensa, por la variedad de propuestas, muy intensiva en los tres días. Salvo el elenco de Bahía Blanca, que no pudo asistir por la dramática situación del desastre. En cuanto a temáticas y dramaturgias:

Como siempre en el teatro las personas se ocupan sobre lo que los preocupa; estas realidades, en general son universales, pero enfocadas con códigos particulares que expresan las visiones autorales. En las actuaciones: Se tiende al desarrollo de las competencias integrales, con mucho cuidado de lo corporal; respecto del manejo de las voces, suele no notarse las mismas preocupaciones; es posible que no se deba perder de vista esta dedicación para que se escuche, claramente, desde todos los lugares de las salas; la tensión dramática no debe ir en detrimento de la claridad en la expresión de los textos valorizándolos.

Respecto de las puestas: Es notable el ahorro de recursos materiales, salvando esas restricciones con la mayor creatividad y mantenimiento de las estéticas visuales. En este aspecto hubo muchos y novedosos aportes. En las direcciones: Es frecuente compartir estos roles con los de la actuación, sin que se desdibujen los ejes de cada función. Probablemente esta dualidad enriquezca la conducción y relación con actores y actrices, bajo sus coordinaciones.
En síntesis, me parecen importantes los siguientes hallazgos a tener en cuenta: .- La eficacia de poseer dos salas próximas, lo que permite el desarrollo de las representaciones sin interrupciones y que mantiene a los espectadores dentro del ámbito sin abandonos del lugar. .- El mantenimiento de la modalidad a la gorra a pesar de la realidad económica. .- La permanencia de los roles en la dirección y organización del evento. .- La intensa difusión en las redes sociales, de todas las etapas organizativas del festival, llevadas a cabo por Nazareno, alma mater, de este evento. Gracias FESTIVAL DE TEATRO DE LARROQUE, augurios de muchas ediciones más, a pesar de todo…BERNARDO Cacho GANDINI