FARER calificó como "efectivo" el cese de comercialización de hacienda
De manera virtual, la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER) realizó su reunión mensual de Consejo Directivo. Vacunación de aftosa, ley ovina y el paro agropecuario, entre los principales temas.
Cabe resaltar que FARER es la entidad gremial más representativa del ámbito agropecuario entrerriano, ya que reúne a las rurales de Gualeguay, Victoria, Gualeguaychú, Villaguay, Hasenkamp, Islas del Ibicuy, Chajarí, Colón, La Paz, Concepción del Uruguay, Feliciano, Maciá, Concordia, María Grande, Federación, Tala, Nogoyá y Federal; siendo Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) quien la nuclea junto a otras 15 Federaciones a nivel nacional.
El encuentro, con la participación de la casi totalidad de las rurales, fue encabezado por el presidente de FARER, José Colombatto, quien comentó que "se analizó el paro agropecuario, en realidad el cese de comercialización de hacienda a partir del cierre de exportaciones. Entendemos que cada vez que hay un paro no hay nada que festejar porque indica un conflicto severo, pero en ese marco creemos que fue efectivo porque salvo el último día no ingresó un solo animal a Liniers".
Para el dirigente, la medida de fuerza fue "el único camino que nos dejó el gobierno a partir de una medida arbitraria, inconsulta y que no tendrá resultado en la góndola pero que sí perjudica enormemente a los productores", analizó.
Respecto de la ley ovina, explicó que "el proyecto ya fue aprobado en Senadores y ahora nos queda la Cámara de Diputados para tratar de corregir un aspecto clave que va en detrimento de la producción entrerriana. La iniciativa tal cual está perjudica enormemente a provincias como Entre Ríos y beneficia a las patagónicas", indicó.
Colombatto agregó que desde la Mesa Ovina de FARER "intentamos que los diputados modifiquen el Art. 17 para que el presupuesto se divida como hasta ahora, teniendo en cuenta número de cabezas y de productores, ya que el proyecto en marcha está hecho sobre la base de priorizar sólo la cantidad de animales, beneficiando claramente al sur argentino. Tengamos en cuenta que casi el 90 por ciento de los productores entrerrianos trabajan en una escala menor a las 150 cabezas, razón por la cual se ha impulsado desde FARER que la fórmula de reparto mixture cabezas y productores. A su vez, el nuevo modelo elegido le hará perder a Entre Ríos unos 20 millones de pesos en créditos productivos", detalló.
VACUNACIÓN EXITOSA CON ALGUNOS NÚMEROS LLAMATIVOS
El encuentro también sirvió para que el presidente de la Fundación de Lucha Contra la Fiebre Aftosa (Fucofa), Claudio Álvarez Daneri, brindara un informe pormenorizado de primera campaña de vacunación que finalizó el pasado 8 de mayo.
De la misma se desprende que fueron vacunados 4.486.522 animales -casi el mismo número respecto de su similar de 2020-, repartidos en 28.286 establecimientos ganaderos. "Cómo aspecto positivo, se presentó una alta estabilidad en los totales, como también en las distintas categorías, sobre todo en vacas a pesar de la extracción de vacas viejas para exportación", indicó Álvarez Daneri.
El titular de la Fundación, quien representa a FARER, agregó que "simultáneamente, se vacunó a las terneras de entre tres y ocho meses de edad contra la brucelosis" y realizó un desglose por categoría del rodeo entrerriano: "se inocularon 1.822.423 vacas, 84.368 toros, 22.708 toritos, 1.138.035 terneros/as, 400.654 novillos, 426.546 novillitos, 333.888 vaquillas y 257.900 vaquillonas", desarrolló.
En cuanto a los departamentos con mayor concentración de hacienda lidera Villaguay, seguido por Gualeguaychú y Federal. Pero en este aspecto surge un dato muy particular: se observó una disminución de 40 mil cabezas en Gualeguaychú y un aumento de 57 mil en Islas.
Este cambio llamativo probablemente se haya debido a que los productores necesitaron trasladar sus animales por los efectos de la sequía. La ausencia total de pasto en muchos lotes obligó a desplazar la hacienda hacia el sur.
Ello marca también inequívocamente el impacto enorme y devastador de la sequía en algunos departamentos, que más allá de ser evidente no contó con el apoyo del gobierno entrerriano quien se negó a declarar la emergencia agropecuaria.