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La producción en los tambos cayó un 20% por el calor
Las altas temperaturas generan estrés calórico en los animales en los tambos y producen menos leche. Preocupan los efectos del fenómeno de La Niña
Las altas temperaturas en la región llegaron de manera temprana este año y están afectando la actividad en los tambos: en algunos establecimientos la producción lechera ya se redujo un 20%.
Esto se debe al estrés calórico, que afecta de forma severa el confort del ganado lechero, condicionando negativamente la producción, la salud, la reproducción y la calidad de la leche, según explican desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Es uno de los principales inconvenientes que sufren los animales y afrontar esta situación es un verdadero desafío para quienes se dedican a la actividad. Sobre este punto, Jorge Bianchini, productor tambero en la zona situada entre el paraje Las Piedras y El Palenque, comentó a UNO: “Estos primeros calores son terribles y el animal lo siente mucho. Estas temperaturas que estamos teniendo no son frecuentes en noviembre, sino más bien a fines de diciembre, por lo que llegaron un mes antes y esto impacta en la producción: en mi caso cayó un 20%”.
“Hoy hay que cuidar más que nada la hidratación del animal, que toma muchos litros de agua, ya que tiende a perderla por una cuestión de que es mayor el requerimiento en caso de la producción de leche como también a través de la traspiración”, agregó.
También refirió que en los tambos empezó a sentir se la presencia de “la mosca de los cuernos”, una de las plagas que más afecta las explotaciones del país. Según indican los expertos, “estos insectos son pequeños y pasan la mayor parte del tiempo en el hospedador, en el lomo, los flancos, la panza y la base de los cuernos; y las 24 horas chupan sangre de manera intermitente y solamente se alejan del bovino cuando ponen huevos”.
“Es un combo que se da entre el calor y la mosca de los cuernos lo que nos está afectando hoy. Y los animales deben tener cierto confort, ya sea en los corrales donde ellos comen, como en el campo y dentro del tambo”, señaló el productor.
También observó cómo impacta el fenómeno de La Niña, que se presenta por tercera temporada consecutiva en la región, provocando en esta época y durante algunos meses lluvias inferiores a las medias habituales: “Durante los años en que está presente La Niña se ve afectada la producción de alimentos de los animales. Son los años en que por ahí hacemos mucha reserva de pasto entero, en silo bolsa o silo torta. Y generalmente necesitamos más hectáreas para producir los mismos metros que se suelen hacer todos los años”, aseguró.
“Es importante el tema del pasto y las alfalfas no se crían en este contexto para las reservas a futuro. Yo estoy comiendo lo que estaba produciendo a seis meses en silo, ahora a lo que vamos a levantar en el mes de diciembre es para que lo coman durante el próximo año”, precisó y manifestó: “Los años de La Niña es como que no rinden los pastos en volúmenes y también en cantidades de granos. Y para colmo hoy la sequía está afectando prácticamente a todo el país: en otras oportunidades, si no teníamos grano nosotros en la provincia, se compraba y se hacía de Córdoba o Santa Fe para alimentar a los animales, pero ahora el problema está en todos lados”.
También Adrián Buffa, propietario de un tambo situado a unos 12 kilómetros de Rosario del Tala, coincidió: “Tenemos pérdida de litros de leche por estrés calórico. Eso afecta bastante, y si bien en este momento las vacas están abajo de la sombra, y aunque tratamos de paliar la situación con regadores y ventiladores, el efecto está y la producción cae con este calor”.
“Estamos tratando de que no caiga tanto la producción con toda esta térmica que hay. Para eso, el encierro de la vaca en el corral se hace con ventilación y entonces se refresca. Después por dos horas sale comer y ya viene la noche y ahí se va recuperando”, sostuvo.
“Acá en la zona de Tala ha llovido algo y tal vez estamos mejor que en la zona de Paraná en ese sentido. Han caído dos o tres lluviecitas que hicieron que oferta forrajera estemos teniendo. Hay todavía lo que es alfalfa y todas esas cosas, pero estamos al límite y esperamos lluvia, por supuesto”.
Por otra parte, comentó que ante el calor atípico en esta época la actividad inicia antes: “Ahora a la vaca hay que sacarle leche bien temprano. A las 4 de la mañana ya estamos ordeñando para que la vaca, salga cuando salga el sol, ya esté comiendo”, indicó.
Al igual que Bianchini, hizo alusión al tema de la mosca que afecta al ganado en estos días y precisó: “El tambo en verano tiene muchos más problemas que en invierno. Ahora lo que hay y se debe combatir es la mosca. A las vacas las molesta mucho, pero hay antimosca y cosas para ponerles”.
La pérdida de rentabilidad se agudiza en el sector lechero
Al oficio de tambero Jorge Bianchini lo heredó de su familia y pese a que es una actividad que fue perdiendo rentabilidad, continúa desarrollándolo y lucha porque se reconozca el sacrificio de los productores, sobre todo económicamente, ya que la inversión es muy grande.
El mes pasado a quienes se dedican a esta tarea se les pagó 54 pesos más IVA el litro de leche, cuando en la góndola el producto industrializado vale más de 200 pesos, precio que podría aumentar con la caída de la producción debido al calor. “Nosotros, los productores tamberos, no ponemos el precio”, aclaró respecto a este tema, y explicó: “Cuando ya entregamos toda nuestra producción de leche, la cobramos a los 30, 35 o 40 días. Y nos dicen ´del mes pasado cobrás tanto´. Con la inflación que hay y las subas de todos los insumos, la pérdida de rentabilidad es importante”.