Paraná
¿Por qué no se cumple la ordenanza que nombra a una calle de Paraná “Mario Alarcón Muñiz”?
Hace dos años se promulgó en Paraná una Ordenanza que da el nombre Mario Alarcón Muñiz a la calle 1578, a pedido de cientos de artistas y periodistas, pero van a cumplirse cinco años de la muerte del maestro del periodismo entrerriano, y la norma no se aplica.
El sábado 26 de octubre recordaremos a Mario Alarcón Muñiz, que dijo adiós un sábado así de 2019.
Artistas y periodistas entrerrianos pidieron que una calle de Paraná llevara su nombre para recordar su obra, su talento, su actitud notable frente a la censura de todos los vientos, y hubo buena recepción y hasta se dictó esa ordenanza, pero todo está en veremos.
Cuando el centro de estudios que integraba Mario Alarcón Muñiz propuso devolver a la Alameda de la Federación ese nombre antiguo (tras décadas en que recibió por capricho el nombre Rivadavia), el periodista nacido en Victoria apuntó la paradoja de que la capital de la provincia, que sufrió a personajes como José Rondeau y el propio Bernardino Rivadavia, los homenajeara con sus nombres en calles importantes.
“Rondeau le mandó cinco comunicaciones a San Martín para que abandonara la expedición y viniera a combatir a los caudillos del litoral, luego encabezó el ejército de Buenos Aires en Cepeda contra los gauchos de Francisco Ramírez y Estanislao López”, recordó. Respecto de Rivadavia, indicó que perjudicó a los entrerrianos desde que el Triunvirato firmó ese armisticio con el virrey Francisco Javier de Elío. “Yo no acepto, no acepto que una calle de Paraná se llame Rivadavia, que una calle de Entre Ríos se llame Rondeau”, tronó la voz de Alarcón Muñiz.
A nadie se le ocurre (fuera de Alarcón) borrar a Rondeau de la calle, pero con qué facilidad se entorpece, en cambio, la voluntad de esos cientos de artistas y periodistas entrerrianos de que una calle lleve el nombre del periodista y fogonero cultural que se caracterizó por no chuparle las medias al poder. Y vaya si la pagó caro.
La calle saldrá, sin dudas, porque la determinación de los artistas y colegas no tiene vuelta atrás. Aquellos que censuraron una y otra vez a Mario Alarcón Muñiz tendrán que fruncir la nariz nomás. Aunque, nobleza obliga, la decisión es también una sana autocrítica y un pedido de disculpas post mortem que enaltece. Paciencia y el desagravio será un hecho.
Hace dos años fue votada la ordenanza que denomina “Mario Alarcón Muñiz” a la calle nro. 1578. Dice su artículo 1: “Desígnase con el nombre de “Mario Alarcón Muñiz” a la calle N° 1578 de nuestra ciudad. Artículo 2°: Colóquese el correspondiente cartel nomenclador con la nueva denominación propuesta”.
Largo sería enumerar los méritos de Mario Alarcón Muñiz, cuando se cumplen 5 años de su muerte, el 26.
Sin dudas, una de sus obsesiones fue el federalismo. Este mes, él estaría recordándonos que el 20 de octubre es una fecha nefasta y a la vez inspiradora. Día de traición de la metrópolis contra los entrerrianos y orientales, y a la vez fuente de aliento en el litoral para declarar nuestra autonomía, un principio siempre vigente, pero en veremos, como la calle.
Fuente:diariouno