Virgen
Una Virgen entrerriana junto al Papa hasta el final: la conmovedora historia de una imagen hecha en Larroque
Con la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, resurge una historia sencilla pero profundamente emotiva que conecta al Pontífice con sus raíces más profundas: la imagen de la Virgen de Luján fabricada en la localidad entrerriana de Larroque, que lo acompañó durante todo su pontificado en el Vaticano.
La pequeña figura de la patrona de la Argentina apareció por primera vez en una imagen pública en mayo de 2013, apenas unas semanas después de que Jorge Mario Bergoglio fuera elegido Papa. En la fotografía, que dio la vuelta al mundo, se lo veía sonriente, con un mate en la mano y la estatuilla mariana junto a él, en su escritorio. Lo que pocos sabían entonces era el origen de esa figura: había sido realizada por la empresa familiar Plas Vec, de Larroque, Entre Ríos.
Según relataron los sacerdotes Jorge Leiva y Enrique Bianchi, la imagen fue confeccionada en Larroque y luego pintada y terminada en la ciudad de Victoria. El encargo fue realizado por el padre Elías Musse, sacerdote vinculado al movimiento tercermundista y miembro activo de la Asociación Sacerdotal María Estrella de la Evangelización y la Fundación Saracho, ambas con sede en Luján.
El padre Bianchi fue quien la llevó personalmente desde Argentina hasta el Vaticano, donde el Papa la colocó en un lugar privilegiado de su despacho. Desde entonces, y durante todo su pontificado, esa Virgen fue testigo silencioso de sus días de trabajo, oración y reflexión.
“Para nosotros fue un signo de cercanía con su tierra, con su gente, con la Virgen que tanto amaba”, compartió un allegado a la fábrica. En Plas Vec estiman haber producido más de 15.000 imágenes de la Virgen de Luján, pero reconocen que esta, en particular, marcó un antes y un después en su historia.
Hoy, con la partida de Francisco, la imagen recobra un nuevo sentido. Ya no es solo una anécdota curiosa, sino un símbolo de su profunda devoción mariana y de su constante vínculo con la Argentina. El propio Francisco confesó en varias ocasiones que rezaba todos los días a la Virgen de Luján, encontrando en esa figura entrerriana un refugio espiritual.
En Larroque, estos días se viven entre tristeza, orgullo y gratitud. “Fue una alegría enorme saber que una imagen nuestra acompañaba al Papa. Y hoy sentimos que, de alguna manera, también Larroque estuvo cerca de él hasta el final”, expresaron desde la fábrica.