La Competencia Emocional en la Atención de la Salud Mi conformidad es…
En la conformidad con la atención de la salud, nunca hubo términos medios; hay muchos/as agradecidos/as por la resolución de sus enfermedades de forma eficiente.
Esto acontece, generalmente, cuando los tratamientos utilizan los avances tecnológicos; todos conocemos casos de re-permeabilización rápida de arterias coronarias con internaciones muy breves, las cirugías endoscópicas, algunos tratamientos oncológicos, etc. También hay disconformidades en magnitud variable, estas se suelen ver en enfermedades, no graves, pero que afectan la calidad de vida y su tratamiento. Por la afectación mental o social, requiere un acompañamiento para aprender a convivir con situaciones que no tienen la solución esperable. En muchos, estos casos, las quejan podrían resumirse en: parece que no te escucharan; parece que no les importa lo que me pasa; hace mucho que no me revisan; siempre están apurados, yo le quiero explicar y me cortan, etc. Detrás de estos motivos de reclamos existe cierta falta de competencia emocional, no siempre atribuible al profesional, sino también a las condiciones de trabajo.Así como ya vimos, el concepto de salud y enfermedad han evolucionado y los cambios no siempre son tenidos en cuenta como se debiera. En la pérdida de la salud influye la competencia de la inserción personal en el mundo que nos rodea y la actuación en consecuencia; si esta falta de adaptación a los cambios sociales no es tenida en cuenta, es posible que las enfermedades frecuentes, -hipertensión-obesidad-diabetes-artrosis-hipotiroidismo-etc., no evolucionen de la forma esperada.Los aspectos físicos, mentales y sociales son inseparables, e interactúan de maneras diferentes según las personas. Algunas causas de estrés, entre otras, pueden ser generadoras de los síntomas y provienen de los vínculos familiares, laborales, afectivos y sociales. Si las causas no son enfocadas como parte del tratamiento, en planes de re-educación sobre la forma de afrontamiento equivocada, es posible una falta de mejoría.Los adultos mayores, que han conocido las actuaciones de médicos clínicos y cirujanos, cuando no había tantas especialidades, añoran esos roles de aquellos que atendían a toda una familia. ¿Cómo volver a las fuentes en esta realidad sanitaria tan compleja? Sería una falta de respeto sugerir que mediante recetas simplistas, salgan soluciones mágicas; es necesaria una reflexión integral con la participación de todos los sectores pertinentes, que a través de un análisis sin eufemismos, vayan delineando, progresivamente, soluciones reales posibles.Centrándonos en la competencia emocional para la atención de la salud, es posible la reiteración de la necesidad de autoconocimiento, autocontrol, automotivación y administración emocional. Sin dudas la empatía adquiere una dimensión especial, porque la persona enferma tiene una aumentada la sensibilidad y dichos intrascendentes, para otros, adquieren significaciones impredecibles. Cuando perdemos la empatía, perdemos nuestra humanidad."La fuerza natural dentro de cada uno de nosotros es el mayor sanador de todos." Hipócrates
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