“El Debate Pregón en el Aniversario de Gualeguay
230º Aniversario de la Fundación de San Antonio de Gualeguay
“Cuando la tierra se purificó del sangriento baustismo… nacía un pueblo; verde y azul como un jacarandá”… Tuky Carboni “Así como se necesitó un poeta de la jerarquía de Mastronardi para que cantara a Entre Ríos, así también se necesitó un visionario de los quilates de Don Tomás de Rocamora para que percibiera en los primeros tiempos de virreynato, la importancia que iban a deparar a nuestra provincia la fertilidad y la riqueza de su ondulado suelo. Y los dos coincidieron, uno con el acto baustismal, el otro con inspirada metáfora, en una feliz concepción para nombrarla: un fesco abrazo de agua.” (Fragmento: Rocamora- Ricardo Altinier- Revista del Bicentenario)
El fundador Rocamora era criollo, nacido en Nicaragua, pero prestaba servicios en el ejército español y había desarrollado una destacada carrera militar en Europa. Destinado al virreinato del Río de la Plata, en 1782 el virrey Vértiz lo consideró la persona adecuada para organizar y poblar el territorio comprendido entre los ríos Paraná y Uruguay, constantemente amenazado por las ambiciones portuguesas. A partir de 1750, masacrados los minuanes en su último baluarte del cerro de La Matanza (hoy Victoria), esas y otras tierras vecinas comenzaron a ser ocupadas en forma paulatina por pobladores procedentes de Santa Fe y Paraná, pero dispersos y alejados entre si. Esto facilitaba no sólo la acción de los portugueses, que de paso solían llevarse el ganado que encontraban, sino también la de partidas de malvivientes que incursionaban en la zona. Antes de la decisión del virrey había recorrido el territorio el obispo de Buenos Aires, Sebastián Malvar y Pinto, quien luego de sus observaciones creó en 1780 tres parroquias: Gualeguay, Gualeguaychú y Arroyo de la China (Concepción del Uruguay). En consecuencia esas jurisdicciones eclesiásticas son anteriores a la fundación de los respectivos pueblos.Sacerdote conflictivo Así las cosas se designaron los primeros párrocos. El correspondiente a Gualeguay, Fernando Andrés de Quiroga y Taboada, se hizo cargo a fines de 1781 y no bien llegó tuvo problemas originados por él mismo, según se deduce de la documentación investigada por varios historiadores, entre ellos César B. Pérez Colman, Leoncio Gianello, Filiberto Reula, Juan José Antonio Segura y otros. Como se ha explicado los pobladores estaban dispersos en el campo, pero en este caso tenían su modestísima capilla levantada entre todos a unos diez kilómetros al oeste de la actual ciudad en el paraje hoy conocido como Capilla Vieja, más cerca del arroyo Clé que del río Gualeguay. San Antonio era el patrono elegido por los vecinos, probablemente porque años antes, al construirse la capilla, se estableció en la zona el catamarqueño Antonio de Luna, quien aportó al humilde templo algunos elementos del culto que traía consigo, incluyendo una imagen de San Antonio que originó la tradicional devoción local por el santo de Padua. A poco de su arribo, Quiroga y Taboada eligió patrono a San Sebastián (no por casualidad el nombre del obispo) en reemplazo de San Antonio y manifestó su intención de trasladar el templo a La Cuchilla, unos doce kilómetros al norte de la ciudad actual. Se desató entonces el primer conflicto. Los vecinos se opusieron de manera terminante, pero el cura salió con la suya y se llevó las pocas cosas de la capillita a La Cuchilla donde levantó otro rancho como templo. Y de paso allí consiguió algunos adeptos a su causa.La copla intencionada Esta situación produjo varios incidentes. Encabezó la oposición el correntino Francisco Méndez, hacendado, alcalde de la zona y probablemente el primer habitante blanco de la misma. En verdad los enfrentamientos no pasaron a mayores, salvo algún garrotazo al alcalde, pero crearon un peligroso clima de discordancia, a tal punto que en uno de esos disturbios el sacerdote, apoyado por sus seguidores de La Cuchilla, declaró la destitución del alcalde, medida que resistieron los vecinos de Capilla Vieja. A la vez Quiroga y Taboada le escribió al virrey acusando a Méndez de "muy vicioso en la bebida, contrabandista, alborotador, incendiario y partidario de Tupac Amaru", nombre éste muy peligroso por entonces para cualquier español. En la controversia no podía faltar la copla intencionada. Dicen que hubo varias, cantadas en las pulperías o difundidas mediante manuscritos, pero se ha preservado sólo una, muy ilustrativa del ambiente gualeyo de entonces y quizá la copla entrerriana más antigua, por lo menos de las que se conservan, rescatada por nuestro recordado historiador Humberto Vico: "¡Oh, Gualeguay desgraciado! / Qué triste tu desventura: / el obispo te dió un cura / pobre, loco y empeñado."La misión de Rocamora Los disturbios de Gualeguay obligaron a Vértiz a apresurar la misión de Rocamora. Éste llegó en marzo de 1782 y la calma retornó a la comarca, pues de inmediato impuso su autoridad e inició un sumario por el que pasaron todos los involucrados, inclusive el cura. A raíz de esas actuaciones el comisionado del virrey tuvo problemas con el padre Quiroga y Taboada, a tal punto que éste, tras discusiones y duros intercambios epistolares con el militar, se trasladó provisoriamente al Nogoyá Abajo para levantar una capilla dedicada a Nuestra Señora del Carmen. En torno de la misma se fue agrupando el vecindario de los alrededores, razón por la cual se lo considera fundador de Nogoyá. Más tarde y por breve tiempo retornó el cura a su iglesia de La Cuchilla, pero a instancias de Rocamora el virrey consideró su permanencia "perjudicial a la tranquilidad de Gualeguay" y ordenó su traslado, en principio a Buenos Aires. Convocó Rocamora a los vecinos requiriéndoles su opinión sobre el patrono. La consulta, de la que hay constancias documentales rescatadas por Segura, no deparó mayores sorpresas. La gran mayoría se inclinó por la reposición de San Antonio en lugar de San Sebastián, lo que más tarde quedó confirmado al concretarse la fundación de la villa el 19 de marzo de 1783. La otra idea de Quiroga y Taboada también naufragó, pues el comisionado desechó La Cuchilla para establecer el templo y por consiguiente la villa, optando por el Pago del Habra (donde está emplazada la ciudad actual), paraje intermedio entre el dispuesto por el clérigo y el preferido por los vecinos. - - - - - - - - - - - -Gualeguay y su culturaGualeguay es cuna de poetas, pintores, cineastas, músicos, arqueólogos, desde siempre, y el semillero continúa, trasciende las límites pueblerinos y de la provincia y mas allá aún. Con un grupo de imágenes rendimos homenaje a todos los cultores que ha dado y que multiplica esta bendita tierra. Sólo falta que los reconozcamos más aún, conozcamos su obra y la difundamos. ----------------------------------------------Epígrafe: Amaro Villanueva, Juanele Ortiz, Carlos Mastronardi, Emma Barrandeguy, Bernaldo Cesáreo de Quirós, Antonio Castro, Alfredo Veiravé, Humberto Vico, Juan José Manauta, Juan Baustista Ambrosetti, Isidro Maiztegui.-----------------------------------------------------------"Salud, ciudad mía y universal,salud "rosa infinita", salud paisaje puro".Juan L. Ortiz
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