Corso 2024
Corso: una pasión familiar para los Carboni/Benedetti
La gran fiesta de nuestra ciudad está llena de historias que pasan desapercibidas ante la magnitud del evento. Detrás de lo que se ve en los desfiles hay mucho trabajo y esfuerzo. En esta oportunidad, vamos a conocer a una familia que encontró otro espacio para compartir momentos. por Santiago Joaquín García
Cuando Bruno era chico empezó a desfilar con una comparsa del Barrio 117 viviendas en los corsos infantiles. Ahí se plantó la semilla. Ya en la adolescencia, su mejor amiga Brenda empezó a interesarse en el carnaval: “Y como ella salía en K’rumbay siempre estuve acompañándola. La ayudaba a abordar y demás. Hasta que en el carnaval del 2011 ella me dijo: ‘ya te anoté, salís conmigo el año que viene en el carnaval. Y fue medio así que ella me anotó y empecé a salir por eso’, recuerda. Bruno Carboni, hermano de Gerónimo, hijo de Alejandro “Cochi” Carboni y de Lucy Benedetti, no sabía que ese primer paso iba a ser una puerta para toda su familia. Subiendo por el árbol genealógico tampoco hay muchos antecedentes: “Una prima y unas tías salían de jóvenes en el carnaval, pero no era una pasión tan familiar el carnaval. Conmigo se inició en nuestra familia en el 2011. En el 2015 mi vieja se suma como maquilladora de la comparsa K’rumbay y mi viejo como colaborador en la cantina del Club San Lorenzo, ya que la comparsa pertenece a San Lorenzo. Entonces él se suma como colaborador y en el 2017 como integrante suplente y después ya en el 2018 como titular. Mi hermano Gero se suma en el 2017 al equipo de carrozas, al cual yo me había sumado en el 2014 en el grupo Aunidias. Desde ese momento, mis viejos colaboraban siempre con el tema de las carrozas, pero no eran parte del equipo. Actualmente, mis viejos están en el equipo de carrozas de K’rumbay, y con Gero estamos en el grupo de carrozas Aunidias. Esa es un poco la historia”, cuenta Bruno.
“Todo el año”
Antes del testimonio del resto de los integrantes, vamos a seguir conversando con Bruno para entender un poco más de esta pasión que no se circunscribe a los dos meses de Carnaval: “El vínculo con el Corso es durante todo el año y, personalmente, como estoy estudiando baile en Samba No Pé y participo del grupo Gauchinbrux, todo el año estamos entrenando, tomando clases, capacitándonos, participando de algunos encuentros en distintas localidades o de manera virtual. Entonces, no tenemos un parate, porque también estamos realizando presentaciones en eventos, contrataciones, laburamos de esto. Estamos activos durante todo el año. Cuando llega la época de septiembre, que las baterías empiezan a prepararse para el verano, empiezan los ensayos del grupo de baile. Y desde septiembre hasta enero estamos ensayando y durante las semanas en época de carnaval también estamos ensayando una o dos veces por semana con las baterías”, resume y sigue: “Siempre se charla de carnaval: durante todo el año el carnaval es un tema de conversación en nuestro entorno. Ya sea las carrozas, la parte de baile, la parte de vestuario, la parte de maquillaje. Vemos propuestas, ideas, miramos otros carnavales de otros lados para ver las diferencias. Para aprender, para crecer, para ver qué se puede modificar en cuanto a baile, en cuanto a vestuarios, en cuanto a puesta en escena y demás”, destaca.
Un finde de Corso
Le preguntamos a Bruno cómo es la rutina de un fin de semana de Carnaval: “Un fin de de Corso para mí empieza el mismo sábado con la previa que sería la juntada para los maquillajes, la organización de los trajes, chequeando si se sale alguna piedra, si hay que hacer algún ajuste en lo que respecta al vestuario, dejándolo impecable y organizado y listo para la noche. Después comenzamos maquillándonos con el grupo de baile. Personalmente, me maquilla mi vieja hace años, siempre me maquilla ella así que paso por su casa. Luego nos juntamos en la previa de la comparsa, nos dan las pulseras para ingresar y ya esperamos ahí el momento de la largada”, indica. Sus funciones son varias: “Con respecto a las carrozas también se trabaja hasta último momento, hasta la última semana antes de que empiece el carnaval y después todos los sábados nos organizamos para el armado de las carrozas y la preparación con la colocación de los espaldares. Eso se hace a la tarde, cuando la gente de la municipalidad comienza a sacar de los galpones las carrozas y las empiezan a organizar en el trayecto de manera tal que sigan el orden de salida de carrozas y de comparsa. A veces nos turnamos con los integrantes del grupo Aunidias en la comparsa Si-Si para estar presentes en esta parte de la organización. Finalmente, da inicio a la alargada de cada comparsa y ahí estamos dependiendo del orden en el que desfilamos. Puede que volvamos al trayecto y miramos a las otras comparsas, y ya terminamos al salir últimos, o depende del orden. Ese orden marca los tiempos: “Si se desfila primero, por lo general, los grupos de maquillaje empiezan tipo 4, 5 de la tarde. Si se desfila en segundo lugar, por ahí más 6, 7; y si desfilamos en tercer lugar ya tenemos más tiempo y nos preparamos tipo 8 de la noche. Si es que no vamos temprano, porque por ahí vamos directamente a la largada, entonces no tenemos tanto tiempo de preparación”.
Lucy: “Amo lo que hago”
Escuchamos ahora al resto de los integrantes de la familia. Lucy Benedetti, la mamá de Bruno y Gero, nos lo cuenta así: “Me gustó siempre el carnaval, no salí nunca en Comparsas, pero amo el carnaval. En particular, lo vivo y disfruto a pleno desde afuera”. Sus tareas también son varias: “Hace unos años estuvimos ayudando en grupo Aunidias (carrozas), y desde hace ya dos años participo en el trabajo de Carrozas de comparsa K'rumbay. Somos un grupo que nos unimos para eso y trabajamos desde fines de octubre, aproximadamente, hasta el comienzo del Corso. Cuando llega la fecha del Carnaval empiezo a organizarme con los maquillajes. ¡Amo lo que hago! Pienso diseños, bocetos que luego plasmo en los rostros con colores y brillos”, detalla. Le consultamos también cómo vive ella un finde de Corso: “Es muy intenso, lleno de adrenalina, nuevas expectativas cada sábado. Ya el día viernes mando horarios de maquillaje a quienes me pidieron que lo haga. Y son rotativos, dependen del lugar en el que salga la comparsa esa noche. Una vez que termino con eso, continúa lo mío. Como colaboradora en la Comparsa llevo una riñonera o un maletín con aguja, hilo, alfileres, curitas, cintas, etcétera. Todo lo que un integrante pueda llegar a necesitar en el trayecto. Preparo hielo, para luego agregar agua y acompañar a los grupos en el trayecto. Eso y muchas otras cosas más, aparte de alentar, disfrutar y hasta emocionarme, algo que me pasa porque hay momentos muy especiales. Al finalizar volvemos al trayecto, a ver y aplaudir a las demás comparsas porque todas se merecen ese respeto de parte de todos los integrantes. Soy de aplaudir y valorar el producto que se ve, porque es mucho el sacrificio para llegar a una fiesta de semejante magnitud. Tanto de integrantes como directivos de las comparsas. Si bien tenemos el corazón de algún color, el principal es el color de la pasión por el carnaval. Particularmente, en la familia estamos en dos comparsas, pero unidos siempre por una foto y por amor al Carnaval”, resalta de manera amorosa.
‘Cochi’: “Lo hermoso de todo esto es que lo hacemos en familia”
Alejandro “Cochi” Carboni, papá de Bruno y Gero tiene también su historia: “El primero en salir fue Bru, después Lucy se acercó con sus maquillajes y yo empecé a colaborar en la cantina de la comparsa hace varios años . Después ya empecé a ir a los talleres, a aprender (es muy lindo ver que de un bosquejo se empieza a armar semejante comparsa; ver que se terminan los trajes y las carrozas). Siempre me gustó el carnaval, pero encontraba un ‘pero’ para no salir. Hasta que a los 49 años, estando en la cantina, me dice Lucy que había un traje para salir en Paraná. Desde ese día no he parado de salir. Me acerqué a colaborar en carrozas y hace dos años que estoy en el grupo de trabajo”, resume. ‘Cochi’ resume el espíritu de esta historia: “Lo hermoso de todo esto es que lo hacemos en familia. Hoy dividida en dos comparsas, pero unida por la misma pasión”. En unas breves palabras, también nos cuenta cómo es su finde: “El finde empieza muy temprano, revisando el traje. Y hace dos años que estoy encargado del ensamble de carrozas a la tarde. A la noche hacemos previa con los compañeros y nos ponemos a esperar el ‘Esto es Krumbay’. No hay noche que no caiga una lágrima en el Corsódromo”, evoca.
Gero: “Somos una familia carnavalera”
Gerónimo Carboni, hermano menor de Bruno, hijo de Lucy y Alejandro, también nos cuenta su aporte: Arranqué en el 2016 a trabajar para Aunidias en las Carrozas. Y al año siguiente, en 2017, comencé a salir en el Corso. Después, sólo me dediqué a trabajar para las carrozas y realizar montajes y mantenimiento noche a noche”, resume. La división en diversas carrozas (Los hijos en Si-Si y los padres en K’rumbay) no genera rispideces de ningún tipo: “Como decían los demás integrantes de mi familia, somos una familia carnavalera. Muy unida, a pesar de que hace ya dos años que estoy trabajando en una comparsa distinta”. Gero también cuenta su rutina: “El sábado comienza tipo 4 de la tarde, en los galpones de carrozas para sacarlas y ubicarlas en la previa. Luego, viene el montaje de espaldares y algún ensamble de estructura que realizamos con Aunidias. Este año no lo podré disfrutar al noche a noche, pero siempre siguiendo de cerca el carnaval y apoyando a mi familia, equipo de carrozas y a mis amigos”, cierra.
Como dice la canción, “más que eso quiero pedir, y es que no sea todo para mí. Sólo lo disfrutaré de verdad, si lo puedo compartir”. La felicidad compartida es doble felicidad. Bien por esta familia que sabe lo que es importante en la vida.