¿Es posible producción de vacunas en el país si se liberan las patentes?
Compartimos el análisis de dos profesionales de la Universidad Austral con respecto a liberación de patentes.
En medio del debate por la liberación de patentes de vacunas contra el coronavirus, que se convirtió en un reclamo a nivel mundial para que los países menos desarrollados tengan mayor posibilidad de acceder a las dosis, Miguel Rapela y Lucas Lehtinen, del Centro de la Propiedad Intelectual de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, explican qué se requiere en el país para una producción.
"Si se liberan las patentes, ¿más países podrían producir la vacuna? En vacunas de base biotecnológica, pocos países. Argentina es uno de ellos. Para sorpresa de muchos, tenemos una fuerte industria en vacunas de 4ta generación". "Si se liberan las patentes, ¿Argentina podría ponerse a producir las vacunas? Para hacerlo hay un procedimiento que es la licencia obligatoria y requiere que haya patente concedida en el Estado que se tramita. Es compulsivo y requiere que se pague un precio justo, lo cual siempre ha terminado derivando en un panel de OMC. Los casos más importantes fueron con los retrovirales para el VIH. El problema que acá hay patentes en trámite, no están concedidas y probablemente no lo estén cuando esto termine. Los procesos demoran mínimo 3 años. Es una situación no contemplada en el tratado y que requiere de voluntad real de los laboratorios y países". "Es un gran error liberar patentes. Si bien suena como algo bueno, ideal, existen dos casos en la historia de suspensión de patentes. Ninguno fue efectivo. Lamentablemente no sirvieron. El problema es el abastecimiento de esas vacunas que tienen tecnología y biotecnología aplicada. Y países que abusan comprando cuatro veces su población".
"Sobre los dos casos históricos: El primer caso lo hizo Estados Unidos con la ley de comercio con el enemigo en la Primera Guerra Mundial, para usar las patentes de los países que eran enemigos en la guerra. Rápidamente fue dada de baja porque no cumplió su propósito. La otra iniciativa es reciente y se trata de la Declaración por la Salud de DOHA, donde se tardó más de 15 años su implementación".
Fuente :UNIVERSIDAD AUSTRAL