La importancia del juego al aire libre en la infancia

Si las generaciones anteriores gozaron de largos paseos en bicicleta, trepadas antológicas de árboles en las plazas, la soga o el elástico en el patio, aventuras imaginarias en el fondo del jardín, carreras e investigaciones en la naturaleza, esas experiencias parecen ¿algo lejano? Chicos encerrados en habitaciones mirando atentamente el último juego descargado en su tablet es una escena habitual de las familias modernas. "Salí afuera, que hay sol", ruegan madres preocupadas. En medio de estos cambios vertiginosos que los cuerpos están asimilando como pueden, el riesgo es que se pierda una de las cosas más grandiosas de la infancia: el juego al aire libre.La inseguridad en la calle no ayuda. La falta de tiempo para llevarlos a la plaza o jugar con ellos, tampoco.Leah McDermott es mamá y la creadora de #150hoursoutside (150 horas afuera), un plan que se propone fijar metas y prestar atención a la cantidad de tiempo que los chicos pasan jugando al aire libre: "te comprometés con el objetivo de pasar al menos 150 horas al aire libre en 2019. Si bien esto puede parecer mucho, tiene un promedio de menos de 30 minutos al día, o menos de 3 horas a la semana. ¡Totalmente factible! Si esa meta no te parece lo suficientemente alta, podés establecer una propia"."Muchos consejos que se le dan a madres y padres están basados en el miedo"Muchas familias se sumaron a compartir las fotos de sus bebés y niños realizando actividades en medio de la naturaleza con el hashtag. Si bien cronometrar el tiempo suena un poco rígido, tal vez funciona como estímulo y un recordatorio de las prioridades y necesidades de los chicos: la exploración, la curiosidad, la expansión vital.