ESPACIO DE PSICOLOGIA
Las Adolescencias.-Por Ana María Zanini
Ese momento vital, por lo general está asociado a riesgos y sufrimientos, y también ha sido pensada como tan solo “transición”, como si fuera la “previa” de la vida. Un recorrido más o menos turbulento desde una infancia supuestamente estable y protegida, hacia una adultez que ofrecería todas las respuestas.
Comienzo hoy con una primera de varias entregas dedicada a esta temática, a continuación, va un informe desde la medicina para luego enfocarlo desde lo Psicológico y social:La adolescencia, definida como el período entre los 11 a 21 años de edad, es un momento crítico del desarrollo en la vida de un joven, lleno de cambios biológicos, cognitivos, emocionales y sociales distintivos y fundamentales.En 2018, una asociación médica dedicó un tema a los avances en la ciencia de la adolescencia y pidió un estudio continuo de esta importante población. Como líder en el cuidado de la salud de los adolescentes, la Academia Americana de Pediatría (AAP) se ve motivada para describir por qué los adolescentes son una población única y vulnerable y por qué es crucial que la AAP se centre en las preocupaciones de salud de los adolescentes para optimizar el desarrollo durante la transición a la edad adulta.La importancia de abordar la salud física y mental de los adolescentes se ha vuelto más evidente, y los investigadores de estudios recientes apuntan al hecho de que las necesidades de salud insatisfechas durante la adolescencia y en la transición a la edad adulta predicen no solo pobres resultados de salud como adultos sino también menor calidad de vida en la edad adulta.Sin embargo, los adolescentes a menudo se enfrentan con situaciones para las que pueden no estar preparados, y es probable que muchos estén involucrados en comportamientos de riesgo, como el uso de alcohol, tabaco y otras drogas, y relaciones sexuales sin protección.Más recientemente, existe una mayor preocupación por el aumento del uso de cigarrillos electrónicos entre adolescentes. De hecho, la mayoría de las consultas de los adolescentes a sus pediatras u otros profesionales de la salud son para buscar tratamiento de condiciones o lesiones que podrían haberse evitado si se examinaban o abordaban en un control de salud previo.Aunque alguna conducta de riesgo es considerada normal en la adolescencia, participar en ciertos tipos de comportamientos de riesgo puede tener potenciales consecuencias adversas para la salud, incluso a largo plazo.La mayor parte de la morbi-mortalidad durante la adolescencia, que puede prevenirse, es atribuible a lesiones no intencionales, suicidio y homicidio.Aproximadamente el 72% de las muertes entre los adolescentes son atribuibles a lesiones por accidentes automovilísticos, otras lesiones no intencionales e intencionales, lesiones causadas por armas de fuego, lesiones influenciadas por el uso de alcohol y sustancias ilícitas, homicidio o suicidio. Sin embargo, según la Encuesta Nacional de Atención Médica Ambulatoria y la Encuesta Nacional Hospitalaria de Atención Médica Ambulatoria, solo el 39% de los adolescentes recibieron algún tipo de asesoramiento preventivo durante las consultas ambulatorias.El 71% de los adolescentes reportó al menos 1 riesgo de salud potencial, y solo el 37% de estos adolescentes informó discutir cualquiera de estos riesgos con su pediatra o médico de atención primaria. Claramente, la detección y el asesoramiento en torno a estos comportamientos de alto riesgo necesitan ser mejorados.Según la Encuesta Nacional de Salud Infantil, financiada por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, casi el 31% de los adolescentes tiene una enfermedad crónica moderada a severa, como asma, o una condición de salud mental. Otras enfermedades crónicas frecuentes incluyen obesidad, cáncer, enfermedad cardíaca, infección por VIH, tetraplejia espástica y alteraciones del desarrollo. Uno de cada 4 adolescentes con enfermedad crónica tiene al menos una necesidad de salud insatisfecha que puede alterar el desarrollo y el crecimiento físico, afectando la pubertad y el estado de salud general, así como la salud del futuro adulto.Dentro de la práctica pediátrica, los enfoques integrales centrados en el adolescente e involucrando a la familia en el cuidado, así como los enfoques culturalmente competentes y efectivos tienen el potencial no solo de identificar amenazas para el bienestar sino también de crear un espacio para trabajar con las familias para reforzar las oportunidades para un óptimo desarrollo de todos los niños.Los médicos deben prestar atención a cómo el cuidado es administrado en las diversas poblaciones adolescentes en crecimiento para prevenir el deterioro del estado de salud y el aumento de las disparidades en la asistencia sanitaria. La adolescencia es un momento crítico del desarrollo, lleno de cambios biológicos, cognitivos, emocionales y sociales distintivos y fundamentales.Los adolescentes son una población única y vulnerable, y es elemental centrarse en sus preocupaciones de salud para optimizar la transición a la edad adulta.Los profesionales de la salud deben estar capacitados para abordar de manera confidencial las cuestiones de salud física, mental y reproductiva de los adolescentes, acompañarlos en sus decisiones, gestionar de manera oportuna los tratamientos necesarios, prevenir conductas de riesgo y apoyar a las familias durante este período crucial de crecimiento y desarrollo a fin de que puedan alcanzar un estado de salud pleno en la edad adulta.Continuaremos.Resumen y comentario objetivo: Dra. María Eugenia Noguerol de Intramed.
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